Por: Lázaro Vivero Paniza
Recuerdo como un amigo se expresaba con relación a unos hermanos y afirmaba que eran muy inteligentes, que a nivel empresarial hoy estaban posicionados y ganando a diestra y siniestra contratos de obras en todos los campos y que, estaban en todo.
Internamente pensaba, de eso tan bueno no hay, porque si recordamos todos los casos de personajes que en algún momento se vieron en iguales condiciones, la mayoría terminaron siendo señalados y, en la picota pública o en la Picota penitenciaria.
Que muchachos tan inteligentes, además de muy buena familia, conocedores de muchas artes, han creado sus empresas con tesón, transparencia, a punta de esfuerzo y más aún, en estos últimos ocho años.
La verdad me sentí hasta mal al ver como he luchado, trabajado arduamente y solo veo el progreso en lo personal, en lo interior, en el conocimiento de tantas cosas que no me permiten sino alimentar la esperanza y la ilusión de que todo lo malo algún día cambiará, de que la injusticia no tendrá cabida, de que la equidad se podrá percibir por doquier, en fin, que la mayoría podremos vivir con la dignidad que nos da el calificativo de ser, seres humanos.
Casi me agarro a llorar al ver porque existen seres tan inteligentes, tan prósperos, tan aplaudidos en la sociedad que al verlos, solo dan ganas de poder acercárseles, para hacer parte de ese combo. Alcancé a pensar como se me ha ido el tiempo y como lo perdí. Son innumerables los hechos que permiten pensar que uno a llevado una vida llena de errores, en fin, que uno vale “huevo” si el termino alcanza a abarcar lo que quiero significar en ese momento vivido ante tanto triunfo de unos y, tantos malos sabores de otros.
Una cucaracha era mejor ser después de lo que era y ha sido mi vida, ante semejantes palabras de elogio de los personajes.
Pero he aprendido también muchas cosas y entre otras, saber esperar porque la vida se encarga de demostrar si se tiene la razón o no. Si lo que se ha hecho está bien o no, si el andar ha sido positivo o negativo y sorpresa: ¿cuál mejor ser la cucaracha?. Los hechos han demostrado que a si no se tenga fortuna económica, tenemos todo un tesoro: nuestra personalidad, nuestra tranquilidad, nuestro accionar diario en pos de conseguir un mejor país para todos. Nuestro trabajo diario tratando de hacer ver que no todo lo que se nos pinta esta bien, que hay mezquindad en muchos actos de los que posan como salvadores, como inteligentes, como los del ejemplo a seguir.
No hemos ordenado matar, no hemos dedicado nuestras vidas a buscar dinero, no hemos trabajado para pisotear la dignidad de muchos en aras a un limitado propósito. Nos han tratado de enlodar, pero sabemos que la verdad es otra, caminamos con la frente en alto y nos damos el gusto de escoger nuestros amigos sin rendirle pleitesía a nadie, en fin, hemos obrado bien. Pobre de aquellos seres que hoy están en la picota pública y que eran los de mostrar como personajes de una sociedad, sociedad enferma por la codicia, la avaricia y tantos mandatos de buen comportamiento pisoteados por estos seres hoy, dignos de lástima y señalados por corrupción. Sino me creen, miren lo que está pasando en Bogotá con el contralor, Miguel Angel Moralesrussi, el representante Germán Olano y el grupo de los hermanos Nule.
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