lunes, 4 de enero de 2010

“La verdad os hará libres”


Carlos A. Lozano Guillén, director de VOZ y candidato a la Cámara de Representantes por Bogotá en la lista del Polo Democrático Alternativo, número 109 en el tarjetón, fue entrevistado en el mes de diciembre por las principales cadenas de radio y televisión colombianas, así como por Telesur y medios de Argentina, Venezuela, Francia y Holanda. Presentamos aquí un resumen de estas entrevistas para nuestros lectores, en cuidadosa selección de las preguntas y las respuestas.

¿Quedó sepultado el intercambio humanitario con el asesinato por parte de las FARC del Gobernador de Caquetá, Luis Francisco Cuéllar?
-No. Siempre habrá la oportunidad para el intercambio humanitario mientras existan personas, que son seres humanos, en injusto cautiverio por razones del conflicto. El asesinato del Gobernador de Caquetá, que merece nuestro rechazo y repudio, atribuido por el Gobierno Nacional a las FARC, no puede afectar de ninguna manera los actos de humanidad en el marco de un conflicto y tampoco la opción siempre válida de la solución política negociada del mismo. Menos aún en un conflicto degradado como el nuestro con más de medio siglo de existencia.

¿Cómo entender que cuando las FARC han anunciado la liberación del cabo Pablo Emilio Moncayo y el soldado profesional José Daniel Calvo, cometan este crimen que conmovió al país.
-Nada justifica un crimen de esta naturaleza, selectivo y bestial. Pero le recuerdo que en este país existe un conflicto degradado y hechos horribles de esta naturaleza se suceden con frecuencia. Los cometen los guerrilleros, los paramilitares y la Fuerza Pública, porque después de tanto tiempo de confrontación, los armados creen que todo es válido para derrotar al enemigo. Mire usted la cantidad de crímenes del paramilitarismo, criatura del Estado dominante y apoyo de la Fuerza Pública en la lucha contrainsurgente, que desde el poder y los grandes medios de comunicación registran con cierta benevolencia. Con todo, no justifico el crimen del Gobernador, ni siquiera por el hecho de que estuviera siendo investigado por la Fiscalía por presuntos nexos con grupos paramilitares. Precisamente, por la existencia del conflicto, prolongado por la política guerrerista de la “seguridad democrática”, es que son indispensables los actos humanitarios para disminuir la intensidad del conflicto. El derecho internacional humanitario se hizo para la guerra, no para la paz. Es con el objetivo de hacerla menos dramática y de reducir el impacto en los civiles y combatientes. Ejemplos de actos humanitarios e inclusive de canjes humanitarios en medio de la guerra, existen muchos en distintas latitudes y en el fragor del combate de las fuerzas en contienda. En un conflicto como el colombiano ningún hecho, por bárbaro que sea, debe cerrar la salida para los actos de humanidad y menos aún hacer desfallecer a las fuerzas políticas y sociales que luchan por la paz y las salidas pacíficas y políticas del conflicto.

¿Entonces, ¿qué hacer para que recobren la libertad Moncayo y Calvo?
-Las FARC expidieron un comunicado en que demandan un “protocolo de garantías” para concretar la liberación de Moncayo, Calvo y la entrega de los restos del mayor Guevara a su señora madre, doña Emperatriz, que hace años que los espera. Esto es un acto de humanidad en medio del horror de la guerra.

¿Qué se puede entender por “protocolo de garantías”?
-En el comunicado las FARC no lo precisan, pero suponemos que son las medidas de seguridad y de garantías para que la misión humanitaria pueda cumplirse. No es nada más, ni nada menos de las medidas que se implementaron en las anteriores liberaciones unilaterales, es decir, suspensión de operativos militares en el área o áreas donde se hará la entrega; no hacer el seguimiento aéreo ni terrestre a la misión humanitaria; y establecer un tiempo prudencial para que la misión pueda cumplirse sin sobresaltos. Además, incluye la logística, porque las personas que participen en la misión deben ser de confianza para ambas partes. En la ocasión pasada fue Brasil el que aportó la logística. En esta oportunidad puede ser Brasil o cualquier otro país aceptado por las partes.

¿Quiénes integrarán la misión humanitaria?
-Creo que eso está establecido. Por exigencia del Gobierno: el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Iglesia Católica, lo cual fue aceptado por la guerrilla; y por exigencia de las FARC, la senadora Piedad Córdoba en representación de “Colombianos y Colombianas por la Paz” y el profesor Gustavo Moncayo, padre del ahora sargento Pablo Emilio Moncayo, uno de los militares que será liberado. El problema es que en este último caso el Gobierno Nacional no muestra complacencia.

Pero el presidente Uribe aceptó a la senadora
-Sí, pero de dientes para afuera, porque en la práctica trata de excluirla de toda incidencia en la organización de la misión humanitaria y las FARC han dicho con mucha claridad que es a ella a la que entregarán las coordenadas, una vez esté determinado el “protocolo de garantías”.

Las gestiones de monseñor Castrillón

Monseñor Castrillón anunció que está organizando una reunión con un representante de las FARC en Europa, ¿usted lo cree posible?
-Bueno, si lo ha dicho monseñor Castrillón puede ser que él esté trabajando en algo así lo cual sería muy importante. Sin embargo, es difícil, porque una reunión con un jefe de las FARC en Europa o en cualquier otra parte sería de riesgo para éste, a menos que monseñor Castrillón obtuviera el aval del Gobierno colombiano.

¿Pero si puede pueden tener éxito esas gestiones del prelado?
-Si lo dice monseñor Castrillón hay que creerle, es una persona seria. Él ha venido hablando de este tema hace varios meses y declarando su disposición de contribuir a favor de la paz y de las acciones humanitarias, aunque ha precisado que lo hace a nombre propio y no en representación de la Iglesia Católica de Colombia o del Vaticano. Conozco, porque él mismo lo ha dicho, que en el pasado se ha reunido en el país con dirigentes del Comando Central del ELN y no sé si hubo esas reuniones con las FARC, pero el cardenal y alto representante del Vaticano ha hecho pronunciamientos por el diálogo, la paz y el intercambio humanitario. En Colombia hay que reconocer hay distintos esfuerzos en la causa común de la paz y el intercambio humanitario.

¿Están estancadas las liberaciones anunciadas por las FARC?
- Están estancadas después que el Gobierno Nacional anunció los operativos militares de rescate a raíz del secuestro y asesinato del Gobernador de Caquetá, hecho repudiable pero que no puede convertirse en pretexto para impedir las liberaciones de Moncayo y el soldado Calvo y menos aún de las soluciones humanitarias y pacíficas. Debemos partir de la base de que en Colombia existe un conflicto interno, una guerra de muchos años con evidentes signos de degradación, así que mientras esta situación persista no estamos exentos de estos actos de horror y barbarie. Es por ello que debemos buscar las salidas pacíficas y políticas del conflicto. No aceptamos estos actos degradantes del conflicto, los rechazamos con vehemencia, pero no sucumbimos en el empeño de la búsqueda de la paz y de las acciones humanitarias. Así que en este sentido son útiles y positivas las propuestas de monseñor Castrillón.

La “seguridad democrática”

El ministro de Defensa, Gabriel Silva y los altos mandos militares celebran los avances de la seguridad democrática, ¿usted que cree?
-Los señores generales llevan siete años celebrando el fin de fin y anunciando la cercana derrota de las guerrillas colombianas. Continúan esperando, sin ninguna esperanza, la madre de todas las batallas. Hace siete años, la entonces ministra de Defensa, Martha Lucía Ramírez, anunció que en noventa días serían derrotadas las guerrillas, una vez se pusiera en ejecución el “Plan Patriota”. Han pasado muchos noventa días desde el anuncio triunfalista y ya nadie habla del Plan Patriota, aunque el general Padilla de León sigue anunciando el fin del fin y Uribe Vélez a todo grito dice que la serpiente está herida. Son falacias, es la arrogancia del poder para no reconocer sus carencias y limitaciones. La Corporación Arco Iris con datos concretos y análisis muy serios demostró el fracaso de la “seguridad democrática”.

No se pueden desconocer los golpes que los militares les propinaron a las FARC en los últimos años.
-Nadie lo niega. Usted lo ha dicho, golpes muy fuertes, propios de una guerra, pero no es la derrota final. Como lo demostró Arco Iris tanto las FARC como el ELN han demostrado capacidad de recomponerse ante los golpes oficiales. Los militares hablan de las bajas de las guerrillas y monta un tinglado publicitario para anunciarlas con bombos y platillos, pero no hablan de las propias. En el último año, según dicen analistas en seguridad y estudiosos del conflicto, las muertes de soldados y policías en el mismo pueden llegar a más de 300, cifra muy cercana a los soldados muertos en Afganistán o Irak. Esto lo señalo no para rendirle culto a la muerte y a la violencia como lo hacen los publicistas del régimen y de la “seguridad democrática”, sino para demostrar el fracaso de la línea de guerra, de la salida militar del conflicto. Tirios y Troyanos deben entender que la única opción es la vía política, pacífica y dialogada.

¿Qué significó la “Operación Jaque? ¿Ya se leyó el libro con el mismo nombre del ex ministro Juan Manuel Santos?
-No he leído el libro de Juan Manuel Santos. Lo que conozco hasta ahora no me atrae para leerlo. Leí el capítulo que publicó El Tiempo y algo más en Semana o Cambio, no recuerdo en cuál de estas revistas, pero le falta rigor, porque tiene imprecisiones, además que un hecho real no se puede contar con ficciones. Ni siquiera podría ser una novela de ficción porque lo que conocí no está bien escrito, le falta sindéresis. “La Operación Jaque”, ciertamente, fue impecable, porque logró la liberación, sin un solo tiro, de Ingrid Betancourt y los tres gringos de la CIA, podríamos decir las “joyas de la corona” y 12 militares más. Desde este punto de vista fue un éxito, aunque no tiene repetición, al contrario de lo que creen Santos y Uribe en el triunfalismo absurdo y en la magnificación de algo que les salió bien. ¿Por qué? Porque lograron sobornar a los dos jefes de las FARC, mandos medios, que estaban al frente de la vigilancia de este grupo de personas en su poder, para facilitar la operación, dirigida por agentes gringos. Ese cuento de la operación made in Colombia no se lo cree nadie. El Gobierno y los militares colombianos quieren ganar indulgencias con avemarías ajenas. Los gringos dirigieron la operación y fueron los que llegaron hasta los mandos de las FARC, que como “niños ingenuos” abordaron el avión con los rehenes. ¡Por favor! Sino pregúntele a los abogados de estos dos señores, uno ahora en Estados Unidos, tratado con mucha consideración, que renunciaron a la defensa porque se enteraron que sus computadores fueron llevados directo a Washington para ser inspeccionados por la CIA y el FBI. Nunca fueron entregados a las autoridades judiciales colombianas. Eso no lo cuenta Juan Manuel Santos en su libro. Es su estilo. ¡Qué le vamos a hacer! Un hecho tan significativo e importante en la historia del conflicto colombiano, sólo puede contarse con la verdad. “La verdad os hará libres”, eso no parece entenderlo el señor Santos.

Los países amigos

¿Tienen algún papel todavía los “países amigos”?
-Los “países amigos” siempre son indispensables en estas gestiones de paz. Lo que pasa es que Uribe Vélez acabó con la facilitación del exterior, porque no quería “países amigos” para la paz, sino facilitadores de bolsillo que actuaran de común acuerdo con sus propósitos de guerra. Por eso sacó a la ONU y eliminó toda gestión exterior. Pero siempre hay posibilidades para ellos, el G-24 acaba de pronunciarse por el intercambio humanitario y otros países siempre han demostrado interés por colaborar en las salidas pacíficas. Lo que pasa es que la “seguridad democrática” excluye la ayuda para la paz. Toda ayuda es para la guerra. Al estilo del Plan Colombia y de las bases militares agresivas de los yanquis en Colombia. Así de sencillo es el asunto.

Ingrid acaba de pronunciarse por los rescates militares
-En eso se equivoca Ingrid. Cuando cuestiono el libro de Santos no me lamento del resultado de la “Operación Jaque”, al contrario lo celebro porque mediante ese plan incruento quedaron en libertad, sanos y salvos, Ingrid y los demás. Pero esa no es la receta, ni siquiera por gratitud con Uribe y Santos que aprovechan muy bien el exitoso resultado. “Operación Jaque” no hay sino una, creer en su reedición es apoyar los operativos de rescate que pueden terminar con la vida de los miembros de la Fuerza Pública en poder de las FARC.

¿Qué posibilidad tiene Venezuela de ayudar?
-Como facilitador ninguna, porque Uribe no lo acepta. Desde fuera mucho, influyendo en Unasur y a nivel internacional para plantear la necesidad del intercambio humanitario y la paz en Colombia. Uribe Vélez es un desagradecido porque Chávez le dio la mano en momentos difíciles, inclusive después de la invasión a Ecuador para matar a Reyes con la ayuda de los gringos también. Ahora fomenta el odio y el enfrentamiento contra Chávez, además que facilita el territorio colombiano para que los gringos amenacen a Venezuela y al continente desde las bases militares colombianas.

Fomentan desde el gobierno de Colombia la especie de que Chávez apoya a la guerrilla y es cómplice de sus actos, lo cual no es cierto. El presidente Chávez y su Gobierno, en el pasado han marcado la diferencia y la distancia de los actos impropios del conflicto, tales como el atentado personal, el secuestro y otros degradantes. Se lo hemos escuchado a Chávez en otros momentos de buena relación intergubernamental y de distanciamiento. Es una conducta inherente a los postulados de izquierda y a todo revolucionario. Aquí lo hemos hecho también los que militamos en esta causa bolivariana, democrática y de transformación política y social.

Esta nueva impostura del establecimiento colombiano se agrega a las salidas provocadoras y estúpidas del ministro de Defensa, Gabriel Silva, quien a pesar de su poco tiempo en la cartera de la guerra, no ha cesado en sus ataques a Venezuela y a atizar las diferencias en unas relaciones binacionales que penden de un hilo. Los insultos y los ataques a Chávez y al hermano país son el pan de cada día de un Gobierno y de una clase dominante, que como la colombiana, vive de la guerra interna y de la violencia para perpetuarse en el poder. Ahora quieren inventarse un enemigo invisible para distraer a los colombianos y las colombianas del descalabro uribista, de la corrupción en las alturas del poder y del fracaso de la “seguridad democrática” como instrumento militarista y de solución militar de la crisis colombiana.

Juegan con fuego. Las cifras de la economía revelan el daño que ha hecho la casi parálisis de las relaciones comerciales entre los dos países, debido a la instalación de las bases militares yanquis en territorio colombiano. Continuar echándole gasolina a las diferencias y contradicciones puede causar un daño irreparable al futuro de las relaciones colombo-venezolanas, llamadas en el ideario bolivariano a ser de hermandad y de hoja de ruta común. Uribe Vélez, Silva y compañía acogen la herencia de Santander, de la traición, la mentira y la conspiración. Es algo propio a la pequeñez de la oligarquía colombiana, descompuesta e indecente, que hoy tiene el control del poder en Bogotá.

El socialismo

¿Usted cree en el socialismo del Siglo XXI?
-Creo en el socialismo, cuya vigencia histórica está confirmada en el fracaso del capitalismo. Mire usted la crisis global capitalista en las condiciones de la unipolaridad y de la hegemonía total imperialista. Mientras los poderosos continúan dándose sus mañas, como lo demostraron en la Cumbre sobre el Calentamiento Global de Copenhague hace pocos días, porque su voracidad no tiene límite, los pobres continúan soportando en cualquier tiempo la terrible situación de explotación del capital. Aquí en Colombia mientras imponen un salario mínimo mezquino, el sector financiero se lucra con ocho billones de utilidades, logrados con la sangre, el sudor y las lágrimas de los más pobres. Eso es el capitalismo, no tiene soluciones humanistas ni democráticas. Por eso creo en el socialismo y en el comunismo que es una etapa superior, Aunque en las condiciones del mundo de hoy no hay dogmas ni recetas preconcebidas. No existe un modelo de socialismo. Eso está claro. Las vías para lograrlo también son múltiples, mientras la única vía que conoce el capital para imponerse es la violencia, brutal y bestial, sea por la vía política o económica, pero al fin y al cabo es violencia.

-¿Usted también decidió, como tantos otros promotores por la paz, presentar su nombre al Congreso?
-Sí, estoy en campaña electoral para lograr un escaño en la Cámara de Representantes por Bogotá en fórmula con Gloria Inés Ramírez al Senado, por el Polo Democrático Alternativo. Gloria Inés es actualmente senadora y de muy buen desempeño, es una revolucionaria, feminista y constructora de tejido social. Me siento honrado de estar con ella. Lo intento, como otros facilitadores de paz, algunos de ellos ex secuestrados, que por experiencia propia y en su propio sufrimiento de tantos años, comprendieron que la única salida del conflicto colombiano es la política, negociada y con cambios democráticos. Es importante que al Congreso lleguemos, así sea en listas de partidos diferentes, varios de los luchadores por la paz de Colombia, aunque los más destacados y comprometidos están en las listas del Polo Democrático Alternativo. No le quepa la menor duda.

¿Está superada la crisis del Polo por la designación de Gustavo Petro?
-Es que nunca hubo crisis. Gustavo Petro ganó la consulta y eso lo aceptamos todos en el Polo. Ahora se está poniendo la carpintería para que el Programa, la dirección y los postulados de la campaña presidencial reflejen la posición de todos los que conformamos el Polo Democrático Alternativo. Puede estar seguro que la ola amarilla se va a sentir en las elecciones de 2010.

¿Cree en la segunda reelección de Uribe Vélez?
-Es una posibilidad, pero no tan segura como lo creen los uribistas reeleccionistas y algunas personas democráticas pero de visión fatalista y negativa. Creo que el referendo no necesariamente pasa el escrutinio de la Corte Constitucional y si ello sucede pues podemos derrotarlo con la abstención al referendo. No olvide que hasta algunos uribistas, no pocos, están en contra de la segunda reelección. Así que no me trasnocha esta situación, aunque soy consciente de que el país corre un inmenso peligro de adentrarse en una dictadura con el apoyo de los yanquis. Así será mientras Uribe le sirva como lacayo al imperio. Pero aquí también hay enormes reservas democráticas, que no van a aceptar con pasividad la prolongación de la terrible noche del Uribismo, de la guerra, de los falsos positivos, de la corrupción, del país dominado por las mafias del narcotráfico y el paramilitarismo y de toda la indecencia que abunda en la “Casa de Nari”.

Bogotá D.C.
Resumen terminando el 2 de enero de 2010

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