Caracas, 8 ago (PL) El paramilitarismo colombiano está penetrando a la sociedad venezolana bajo la figura de la economía informal y con el objetivo de producir pánico y desestabilización, denunció hoy el diario Vea.
Existe una amenaza perfilada por Estados Unidos contra la estabilidad democrática de Venezuela. Tales maniobras son implementadas por medio de un proyecto imperialista de paramilitares desperdigados en este país, indica el rotativo.
La publicación cita al experto en grupos armados irregulares Dario Azzellini y recuerda que estas asociaciones ilícitas son aparatos montados por el propio Estado colombiano y sus fuerzas armadas, en combinación con la táctica de dominación de Washington.
Sabemos que Venezuela y su Revolución Bolivariana están en la mira de la geopolítica imperial norteamericana, debido a las riquezas energéticas y naturales de que dispone la nación suramericana, destaca Vea.
El periódico alerta que el paramilitarismo colombiano comenzó a introducir sus elementos en círculos sociales y económicos de Venezuela, con énfasis en el sector agroalimentario. Pero también pretenden el control del contrabando de gasolina y el narcotráfico, indica.
Se puede suponer –agrega el artículo- que al incentivar y supervisar el contrabando de alimentos y manipular el abastecimiento desde el rubro agrario, estos infiltrados planifican la desestabilización del país.
El paramilitarismo comenzó una estrategia masiva de penetración en barrios de Caracas, donde reparten cocaína al tiempo que tratan de captar y posteriormente armar a grupos de delincuentes, explica el texto.
La estrategia es producir miedo e inestabilidad social, un modo de operación que ya han aplicado en Colombia. Esta actividad criminal afecta además a zonas fronterizas venezolanas como Barinas, Apure, Táchira, Mérida y Zulia, apunta el medio de prensa.
Según la reseña de Vea, el plan a largo plazo sería crear una nueva Contra armada, igual a aquella organización que actuó subversivamente en Nicaragua durante el inicio de los años ´90 del siglo XX.
Los paramilitares colombianos estarían además intentando tener el control de empresas y cooperativas de taxis, una estructura básica para hacer inteligencia en cualquier territorio, acota la publicación.
Existe todo un plan de organización de la delincuencia, casi con una lógica militar. El aumento de asesinatos en el último año no podemos pensar que sea casual en la nación, sostiene Vea.
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