Edición 2566.- Semana del 17 al 23 de noviembre de 2010
*Asegura el profesor Petras que la clave para entender la crisis del capitalismo contemporáneo es acudir al concepto marxista del “desarrollo desigual y combinado”. Obama va más a la derecha y la movilización y la huelga son los pilares para enfrentar la ofensiva imperialista
*Carlos A. Lozano Guillén
Hablar con James Petras es fascinante. Es un marxista, docente e investigador del Departamento de Sociología de la Universidad del Estado de Nueva York (Binghamton). Siempre está formulando ideas y provocando debates en torno a ellas. De alguna manera es irreverente, nada formal y de un pensamiento crítico y siempre revolucionario. Es uno de los intelectuales de mayor actualidad. Conoce bien la problemática latinoamericana, así como la del Medio Oriente. En este momento investiga sobre la influencia sionista en el establecimiento estadounidense en donde pesa mucha la política militarista y expansionista de los sectores más derechistas de Israel.
Tiene particulares formas de percibir la crisis global del capitalismo y plantea sus ideas de manera sincera y sin esguinces. Lo escuchamos con atención, a finales de octubre y comienzos de noviembre del presente año, en el Encuentro Civilización o barbarie, organizado en Serpa (Portugal) por un marxista militante como lo es Miguel Urbano Rodrígues. Con Petras habíamos estado años atrás en Londres, en un seminario latinoamericano, organizado por Justice for Colombia. Con él, su esposa Robín y Gloria Inés Ramírez, entonces dirigente sindical, visitamos la tumba de Carlos Marx a rendirle homenaje al fundador de la teoría del socialismo científico.
La crisis del capitalismo
A James Petras le formulamos algunas preguntas, provocados por sus planteamientos medulares en el seminario de Serpa.
¿Cómo caracteriza la crisis actual del capitalismo, que está produciendo gigantescas movilizaciones de los trabajadores en Europa?
-La clave para entender la crisis del capitalismo contemporáneo es acudir al concepto marxista del “desarrollo desigual y combinado”. La crises está concentrada en los países imperialistas militaristas –financieros y sus satélites como México, Centro América y Colombia. El sector financiero ha destruido la base de la producción, a partir del pillaje al ahorro, a la industria y al tesoro. El militarismo igual creando enormes déficits fiscales y desequilibrios en el comercio exterior y para solucionar la crisis y recuperarse el capitalismo está reduciendo salarios, recortando pagos sociales, transfiriendo miles de millones del tesoro hacia el gran capital a partir de tasas de interés cerca de cero y a partir de devaluaciones del dólar en un guerra proteccionista contra los países que no están afectados por la crises o lo están parcialmente.
¿Cómo ve la respuesta popular?
-Las medidas de austeridad contra la clase obrera y media han provocado respuestas desiguales. De un lado, el sur de Europa (Francia, Grecia, España, Portugal e Italia) y la pasividad en los Estados Unidos y Europa del norte (Inglaterra). Donde hay organizaciones clasistas, conciencia de clase, tradiciones de lucha de clase, hay poderosas movilizaciones, huelgas generales; donde hay sindicatos amarillos y sindicatos burocráticos como en los Estados Unidos, no hay lucha.
La crisis en USA es de larga duración
¿Es una crisis igual en todos los continentes y países o tiene asimetrías?
-No hay crisis en todos partes. En países con altas tasas de inversión en producción, control estatal sobre el sistema financiero, como China y Vietnam, hay altas tasas de crecimiento, como también en los países vinculados con los mercados asiáticos; en América Latina, con fuertes mercados internos, como Brasil, han escapado a los peores efectos de la crisis. Pero hay peligros para los países en América Latina, porque: a/dependen mucho sobre exportaciones de agro-minerales; b/las desigualdades de clase limitan la demanda interna; y c/las fuerzas proimperialistas son fuertes y capaces de revertir el equilibrio hacia la órbita imperial.
¿La crisis es de larga duración? ¿Qué implicaciones tiene para el sistema capitalista?
-La crisis de los Estados Unidos es de larga duración, mucho depende de la capacidad de recuperar la tasa de ganancia y eso radica en el grado que pueden bajar los ingresos e intensificar la explotación de los trabajadores y de la clase media. También depende de la guerra intercapitalista, la devaluación del dólar para desplazar competidores en el mercado mundial.
¿Cómo observa la respuesta de los trabajadores y sectores populares? En Europa organizan una huelga nacional el próximo año.
-La respuesta de los trabajadores es desigual. En Francia hay poderosas huelgas generales; en los Estados Unidos hay servilismo total, las grandes luchas son defensivas hasta ahora, buscando defender los avances sociales de los últimos 50 anos. La excepción es China donde la clase obrera busca mejorar su standard de vida.
¿Esta resistencia ejercerá alguna influencia para detener las medidas antipopulares que descargan la crisis en el pueblo?
-Los sindicatos y movimientos encabezan las luchas y no los partidos, pero las grandes huelgas como presión social no son suficientes, los regímenes rechazan modificaciones, la necesidad de construir una fuerza política con un vocación por el poder estatal es cada día más evidente.
La respuesta popular
¿Qué balance hace de los resultados electorales en USA y cómo influirá la posición débil del gobierno de Obama en la política internacional?
-Obama canalizó un trillón de dólares hacia Wall Street, mientras la desocupación y subocupación suben a 20 por ciento, provocando un gran desencanto entre los votantes del Partido Demócrata y el ausentismo y un voto de protesta a favor de la derecha, porque la izquierda fue perjudicada por su apoyo a Obama, perdió su independencia. Es obvio que Obama se va a derechizar más para alcanzar acuerdos con la ultraderecha en el Congreso.
¿Cómo cree que es posible que estos países salgan de la crisis?
-En esta coyuntura solo una profundización mayor de la crisis puede despertar la movilización hasta ahora ausente en las luchas en América Latina; la competencia de Asia y las huelgas en el sur de Europa son la esperanza para revertir la ofensiva imperialista.
*Asegura el profesor Petras que la clave para entender la crisis del capitalismo contemporáneo es acudir al concepto marxista del “desarrollo desigual y combinado”. Obama va más a la derecha y la movilización y la huelga son los pilares para enfrentar la ofensiva imperialista
*Carlos A. Lozano Guillén
Hablar con James Petras es fascinante. Es un marxista, docente e investigador del Departamento de Sociología de la Universidad del Estado de Nueva York (Binghamton). Siempre está formulando ideas y provocando debates en torno a ellas. De alguna manera es irreverente, nada formal y de un pensamiento crítico y siempre revolucionario. Es uno de los intelectuales de mayor actualidad. Conoce bien la problemática latinoamericana, así como la del Medio Oriente. En este momento investiga sobre la influencia sionista en el establecimiento estadounidense en donde pesa mucha la política militarista y expansionista de los sectores más derechistas de Israel.
Tiene particulares formas de percibir la crisis global del capitalismo y plantea sus ideas de manera sincera y sin esguinces. Lo escuchamos con atención, a finales de octubre y comienzos de noviembre del presente año, en el Encuentro Civilización o barbarie, organizado en Serpa (Portugal) por un marxista militante como lo es Miguel Urbano Rodrígues. Con Petras habíamos estado años atrás en Londres, en un seminario latinoamericano, organizado por Justice for Colombia. Con él, su esposa Robín y Gloria Inés Ramírez, entonces dirigente sindical, visitamos la tumba de Carlos Marx a rendirle homenaje al fundador de la teoría del socialismo científico.
La crisis del capitalismo
A James Petras le formulamos algunas preguntas, provocados por sus planteamientos medulares en el seminario de Serpa.
¿Cómo caracteriza la crisis actual del capitalismo, que está produciendo gigantescas movilizaciones de los trabajadores en Europa?
-La clave para entender la crisis del capitalismo contemporáneo es acudir al concepto marxista del “desarrollo desigual y combinado”. La crises está concentrada en los países imperialistas militaristas –financieros y sus satélites como México, Centro América y Colombia. El sector financiero ha destruido la base de la producción, a partir del pillaje al ahorro, a la industria y al tesoro. El militarismo igual creando enormes déficits fiscales y desequilibrios en el comercio exterior y para solucionar la crisis y recuperarse el capitalismo está reduciendo salarios, recortando pagos sociales, transfiriendo miles de millones del tesoro hacia el gran capital a partir de tasas de interés cerca de cero y a partir de devaluaciones del dólar en un guerra proteccionista contra los países que no están afectados por la crises o lo están parcialmente.
¿Cómo ve la respuesta popular?
-Las medidas de austeridad contra la clase obrera y media han provocado respuestas desiguales. De un lado, el sur de Europa (Francia, Grecia, España, Portugal e Italia) y la pasividad en los Estados Unidos y Europa del norte (Inglaterra). Donde hay organizaciones clasistas, conciencia de clase, tradiciones de lucha de clase, hay poderosas movilizaciones, huelgas generales; donde hay sindicatos amarillos y sindicatos burocráticos como en los Estados Unidos, no hay lucha.
La crisis en USA es de larga duración
¿Es una crisis igual en todos los continentes y países o tiene asimetrías?
-No hay crisis en todos partes. En países con altas tasas de inversión en producción, control estatal sobre el sistema financiero, como China y Vietnam, hay altas tasas de crecimiento, como también en los países vinculados con los mercados asiáticos; en América Latina, con fuertes mercados internos, como Brasil, han escapado a los peores efectos de la crisis. Pero hay peligros para los países en América Latina, porque: a/dependen mucho sobre exportaciones de agro-minerales; b/las desigualdades de clase limitan la demanda interna; y c/las fuerzas proimperialistas son fuertes y capaces de revertir el equilibrio hacia la órbita imperial.
¿La crisis es de larga duración? ¿Qué implicaciones tiene para el sistema capitalista?
-La crisis de los Estados Unidos es de larga duración, mucho depende de la capacidad de recuperar la tasa de ganancia y eso radica en el grado que pueden bajar los ingresos e intensificar la explotación de los trabajadores y de la clase media. También depende de la guerra intercapitalista, la devaluación del dólar para desplazar competidores en el mercado mundial.
¿Cómo observa la respuesta de los trabajadores y sectores populares? En Europa organizan una huelga nacional el próximo año.
-La respuesta de los trabajadores es desigual. En Francia hay poderosas huelgas generales; en los Estados Unidos hay servilismo total, las grandes luchas son defensivas hasta ahora, buscando defender los avances sociales de los últimos 50 anos. La excepción es China donde la clase obrera busca mejorar su standard de vida.
¿Esta resistencia ejercerá alguna influencia para detener las medidas antipopulares que descargan la crisis en el pueblo?
-Los sindicatos y movimientos encabezan las luchas y no los partidos, pero las grandes huelgas como presión social no son suficientes, los regímenes rechazan modificaciones, la necesidad de construir una fuerza política con un vocación por el poder estatal es cada día más evidente.
La respuesta popular
¿Qué balance hace de los resultados electorales en USA y cómo influirá la posición débil del gobierno de Obama en la política internacional?
-Obama canalizó un trillón de dólares hacia Wall Street, mientras la desocupación y subocupación suben a 20 por ciento, provocando un gran desencanto entre los votantes del Partido Demócrata y el ausentismo y un voto de protesta a favor de la derecha, porque la izquierda fue perjudicada por su apoyo a Obama, perdió su independencia. Es obvio que Obama se va a derechizar más para alcanzar acuerdos con la ultraderecha en el Congreso.
¿Cómo cree que es posible que estos países salgan de la crisis?
-En esta coyuntura solo una profundización mayor de la crisis puede despertar la movilización hasta ahora ausente en las luchas en América Latina; la competencia de Asia y las huelgas en el sur de Europa son la esperanza para revertir la ofensiva imperialista.
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