viernes, 19 de marzo de 2010

Las chuzadas y los seguimientos del DAS.-Uribe Vélez lo sabía


Por: Hernando López

Después de un año del escándalo de las chuzadas, seguimientos e investigaciones adelantadas por la unidad de inteligencia del DAS, desde 2005, a través de un grupo denominado “G-3” y que según los directores del DAS desde la fecha funcionaba de manera ilegal, aunque con cuantiosos recursos y presupuesto, se siguen conociendo nuevos hechos que no sólo comprometen a los directores de los dos gobiernos de Uribe Vélez, a altos funcionarios de la “Casa de Nari” y al jefe del Estado como jefe inmediato de la dirección del DAS a quien le presentaban reportes de estos seguimientos y acciones irregulares.

Como lo denunció Carlos A. Lozano Guillén, director de VOZ, ante la Fiscalía al conocer varios de los documentos requisados al G-3 y que aluden a su actividad política, periodística y personal, allí están consignadas las mismas palabras que utilizó el presidente Uribe Vélez para descalificarlo de manera pública como facilitador de paz. Uribe dijo: “Es relacionista político de las FARC”, tal y como aparece en los informes de inteligencia del G-3. Cuando los periodistas le indagaron, en 2006, por las razones de esta información el mandatario respondió: “Dejémoslo ahí no más”.

Los periodistas Hollman Morris y Claudia Julieta Duque denunciaron hace unas semanas en la Universidad Javeriana, que varios informes concernientes a sus actividades y hallados en el allanamiento a las oficinas del G-3, estaban destinados a la Presidencia de la República. Y como si fuera poco, Martha Leal, subdirectora de inteligencia, reconoció ante la Corte Suprema de Justicia en el juicio a Jorge Noguera, ex director del DAS, que esa información era entregada a funcionarios de la Casa de Nariño para el conocimiento del presidente Álvaro Uribe Vélez.

El escándalo no tiene fin

La revista Semana que está en circulación traer un informe especial que tiene la siguiente introducción: “El escándalo del DAS parece no tener fin. El primer capítulo de esta tenebrosa historia se conoció hace un año, cuando salieron a la luz las evidencias de que esa entidad estaba dedicada a 'chuzar' ilegalmente a políticos de oposición, periodistas y defensores de derechos humanos. En su momento el gobierno negó que el organismo de inteligencia de la Presidencia estuviera en esas andanzas. Ese escándalo tuvo su clímax hace poco cuando algunos de los propios directores y jefes de inteligencia declararon ante la Corte Suprema de Justicia que el DAS sí había 'chuzado' y hecho seguimientos, pero culparon de todo a Jorge Noguera al decir que estas irregularidades habían ocurrido durante la época en la que él estuvo al frente de la entidad. Pero ahora se abre un nuevo capítulo protagonizado por la ex directora María del Pilar Hurtado y la forma como enfiló a gran parte del DAS para espiar a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia”.

“SEMANA revela los correos electrónicos que durante meses se cruzó toda la cúpula de esa entidad y donde queda en evidencia que a los miembros del alto tribunal no sólo les hacían seguimientos y les 'chuzaban' los teléfonos, sino que se hicieron operativos en los que participaron decenas de detectives para investigar, de manera ilegal, el patrimonio del Presidente de la Corte Suprema”.

Nuevos elementos

Aparece comprometida la mencionada Martha Leal y la entonces directora María del Pilar Hurtado, en 2008, en intercambio de mensajes sobre temas tan complejos y escandalosos como los de Tasmania, usado en un montaje contra el magistrado auxiliar Iván Velásquez, el abogado Ramiro Bejarano, apoderado del magistrado Valencia Copete en la querella instaurada contra él por Uribe Vélez y respecto a Francisco Villalba, el paramilitar que involucró a Uribe Vélez en la masacre de El Aro cuando fue gobernador de Antioquia. Villalba fue investigado por el G-3 de conformidad con los correos electrónicos que revela Semana y luego fue asesinado cuando se encontraba en prisión domiciliaria. “Lo callaron”, dijo un periodista. No hay que olvidar que Martha Leal fue protagonista de la “célebre” reunión de la “Casa de Nari” con alias Job y funcionarios de la Presidencia, luego asesinado, porque participó en representación de la Directora del DAS.

Esta investigación apenas comienza y de ella sale muy mal parada la Procuraduría General de la Nación tan acuciosa en otras investigaciones que comprometen a altos funcionarios de la Presidencia para exonerarlos y cerrar las indagaciones disciplinarias. En esta investigación falta mucha tela por cortar y el presidente Uribe Vélez está obligado a dar más de una explicación. Huele a feo como dijo alguna vez el fiscal Mario Iguarán.

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