martes, 23 de marzo de 2010

Todos sabíamos


Por: Lázaro Vivero Paniza

Lo que pasaba a lo largo y ancho de la geografía patria. Se les dijo, se les advirtió como decía el maestro radial, Ever Castro, pero todos hicieron lo que les correspondía para lograr las mayorías: mirar como siempre para otro lado.

Se advirtió a través de los medios de comunicación lo que acontecía en Sucre, comprando votos a doscientos mil pesos, a concejales de cincuenta millones y, lo peor, las órdenes las daban desde la cárcel de la Picota.

Ni hablar de lo que sucedía en Bolívar, que ya no se hacían discursos sino que pasaban las camionetas con personal armado, repartiendo dinero para que se sufragara por los pupilos de semejantes personajes.

Todos sabíamos que nacía un nuevo partido identificado con los paramilitares: el PIN, según dicen los medios y las ONG que investigan los sucesos electorales: ocho curules en el Senado de la república.

Todo esto era voz populi y las autoridades no decían ni mú. Vimos también al Presidente apoyar a muchos a través de cuanto conejo comunal se organizó y, posaban como reinas de belleza y hablaban hasta por los codos, sino, miremos a Moreno de Caro.

Ni que decir de los contratos firmados antes del treinta y uno de enero para que no violaran las normas, esas que se violaron porque eso no es trasparencia, ni mucho menos democrático. Contratar a los recomendados de los amigos del presidente Uribe y del gobierno, sin ningún tipo de selección, simplemente con el señalamiento de padrinos políticos afectos a la mayoría de los miembros del Congreso Nacional y, de los que venía a reemplazar a tanto preso político y corrupto.

De tiempo atrás se mencionaba la oferta de que se vendían votos a sesenta mil pesos sin que fueran reales. Los harían aparecer a como diera lugar. Fueron muchos los que no aparecieron y eran reales, pero también, muchos los que aparecieron, sin serlos.

Los topes financieros solo muy pocos los respetaron, pero como ya traíamos la enseñanza de que no importaba violarlos porque era cosa de poca monta, como sucedió en la recolección de firmas para el referendo, pues la mayoría siguieron el ejemplo y los ríos de dinero se vieron por todas partes.

Hay enseñanzas que nos dejan los que gobiernan el país y sus amigos. Nada bueno se vislumbra con lo que viene, pero será lo que el ejecutivo disponga, ya que, la mayoría de los que podemos elegir, tomaron la decisión de no hacerlo ante tanta porquería.

Todo estaba cantando y aún hoy, no hay sanciones para ninguno de los que dicen ser políticos, pero que no son más que bandidos de esos que llaman de cuello blanco. Democracia frágil y de papel que hace ver a muchos como idiotas útiles, mientras ellos roban y roban con el beneplácito oficial.

Es aquello que Álvaro Gómez Hurtado denunciaba como el régimen y que, entre otras, le costo la vida hacerlo.

Es toda una mafia enquistada en el ejecutivo, desde el propio palacio de Nariño, hasta en la más humilde edificación en alguna de tantas entidades del gobierno.

Una minoría que seguirá gobernando a como bien tenga, entre otras, porque los entes de fiscalización así como el Congreso, son manejados a través de prebendas y demás beneficios que el poder otorga.

¡Que viva la democracia!.

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