sábado, 8 de marzo de 2008

Entrevista en la revista Polomizando de Francia- a Carlos Lozano- director de voz


Usted conoció personalmente a Raul Reyes, cual es su opinion sobre este miembro de las FARC asesinado en Ecuador?
R.- Raúl Reyes fue un jefe insurgente de profundas calidades políticas y humanas. Era un convencido de la solución política del conflicto colombiano y de la necesidad de humanizar la muerra mientras a esta se le ponga fin. Lo conocí en profundidad durante los diálogos de paz del Caguán en el gobierno de Andrés Pastrana. Siempre reclamó que para la paz era necesario adoptar reformas políticas y sociales avanzadas, con la finalidad de erradicar las causas que originaron el conflicto.
Durante este Gobierno de oprobio y terror, Reyes se dedicó a la labor política y diplomática, su muerte en territorio ecuatoriano mientras dormía, es un golpe a la paz y a las salidas políticas que el país y el mundo reclaman.




Este golpe contra las FARC será el comienzo del fin de esta organización como dicen los analistas del gobierno?
R.-
Este es un duro golpe a las FARC, como también lo es la muerte de Iván Ríos, ambos miembros del Secretariado. Es un golpe directo a la cúpula de la guerrilla, pero está lejos de significar el “fin del fin”, la desmoralización o la desestabilización de las FARC, como lo predican con exagerado triunfalismo los voceros gubernamentales. Para una guerrilla de cuarenta años de lucha estas eventualidades son previsibles y aunque seguramente, estremecen la organización, no logran averiarla tanto como lo cree el Gobierno. El que toma las armas en la guerrilla sabe que puede morir en cualquier circunstancia.


Sin embargo, los hechos que rodearon las dos muertes, revelan la degradación de los métodos gubernamentales, con el argumento, que todo vale para derrotar a los terroristas. A Reyes lo mataron en un operativo en que también murieron veinte personas, entre guerrilleros y visitantes, en territorio extranjero y en estado de indefensión. Todos estaban durmiendo. Fue un acto de felonía; una masacre sin que mediara el combate, con el agravante que los heridos fueron abandonados lo cual prohíbe el derecho internacional humanitario. Y a Ríos lo matan en hechos dramáticos y detestables. Un guerrillero lo asesinó para cobrar la recompensa de cinco millones de dòlares ofrecida por los gringos. Como prueba de la muerte del jefe guerrillero le cortó la mano y se la entregó a los militares. La noticia fue celebrada exaltando el cuadro macabro, que desdice de un Gobierno. Es el colmo de la indecencia y de la arrogancia; es un desafío a la civilización y a la humanidad.


Esta muerte tendrá repercusiones negativas en el proceso de liberación que se venia dando. Qué piensa usted?
R. No creo. Además las FARC deben asimilar estas muertes para insistir en el intercambio humanitario y en la solución política negociada del conflicto. El país está cansado de la guerra y de la barbarie, urgen las salidas pacíficas.

Qué piensa de la reacción de la Comunidad Internacional frente a la agresión de Colombia al territorio de Ecuador?
R.- Fue correcta tanto en la OEA como en la Cumbre del Grupo de Río en República Dominicana. Uribe se quedó solo porque todo el mundo, menos los yanquis, le criticaron el error y la agresión a Ecuador. Nada justifica violar la soberanía nacional de un país fue lo que le reclamaron. Por eso Uribe Vélez no tuvo alternativa. Echó atrás a pesar de su arrogancia y dio excusas al vecino y hermano país.


Pero en Colombia, la oposición, me refiero al Polo Democrático, asume una posición muy tibia al respecto, la declaración de la bancada parlamentaria del Polo es bastante timorata,qué piensa usted?
R.
Sí, es el reflejo de las contradicciones en el Polo y que la mayoría de sus dirigentes, no colocan la paz y el intercambio humanitario como prioridad en la agenda de trabajo. Hay prejuicios contrainsurgentes, no entienden al sentido de la lucha armada revolucionaria y los cambios importantes en el país que se pueden producir a partir de una tratado de paz con las guerrillas. De todas maneras el sector más recalcitrante, “criptouribista”, fue el derrotado en la última reunión de la Junta nacional.


Son preocupantes los clarines de guerra que suenan en la región. Cómo ve usted esta situación?
R. Bueno, creo que en República Dominicana primó la sensatez y el deseo de la mayoría de los países de buscar la paz. La paz de Colombia es la paz en las fronteras y la seguridad en los países vecinos. Uribe Vélez se quedó solo y amrgado en la prédica belicista. Los derrotados fueron los guerreristas, en especial el gobierno de Bush, que estimula la Guerra entre hermanos.

De qué manera la oposición revolucionaria puede ayudar a evitar una guerra entre paises hermanos?
R. hay que fortalecer los lazos de solidaridad y amistad. Es en la lucha común, basada en el ideario bolivariano, como se puede fortalecer la fraternidad y la cooperación entre pueblos hermanos. No puede haber guerra entre ellos, como es el deseo imperialista para pescar en el río revuelto de los enfrentamientos fratricidas, para beneficio propio, de su modelo neiliberal y de los intereses imperialistas y de las transnacionales.


Que piensa de la actitud de Uribe frente a la liberación de Ingrid Betancourt y los otras rehenes?
R. Uribe no cree en el intercambio humanitario. Tampoco en la paz. Cree que cualquier paso en esa dirección afecta su política guerrerista de la “seguridad democrática”. Uribe es un obstáculo para el canje humanitario y la paz. El pueblo colombiano debe unirse al sentimiento internacional, que se reveló en las uúltimas semanas a raíz de la crisis en las fronteras. Pero además pasa, de manera fundamental, porque la izquierda, los sectores democráticos, las centrales obreras y las organizaciones sociales, entiendan que el intercambio y la paz pasan por la derrota del proyecto fascistoide de Uribe que quiere prolongarlo con la segunda reelección o a través de un heredero de su funesta política reaccionaria.

Cómo ve el desarrollo proximo de la situación?
R.
Siempre creo que hay un mejor mañana. Superaremos los escollos para la democracia. Colombia no está condenada a padecer por más tiempo el uribismo de la “parapolítica”, del narcotráfico, de la guerra, de la sumisión a los gringos y del neoliberalismo, son políticas derrotadas en el contexto latinoamericano. Los vientos en la region van en dirección de la democracia y el progreso social, Colombia no puede ser la excepción.

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