lunes, 28 de diciembre de 2009

Piedad Córdoba no cree que liberaciones se den en los primeros días de enero

Tras el comunicado en el que las FARC reiteran su voluntad de liberar unilateralmente a dos soldados y entregar el cadáver de otro, la senadora colombiana Piedad Córdoba, aseguró que ahora lo que falta es que los sectores involucrados se pongan de acuerdo en la logística. Además consideró poco probable que el proceso ocurra durante los primeros días de enero por los protocolos de seguridad.

La senadora colombiana Piedad Córdoba calificó este lunes como positiva la respuesta por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) sobre el proceso de liberación en marcha y dijo que no cree que la entrega unilateral sea los primeros días del próximo mes de enero, debido a los protocolos de seguridad.

"No creo que eso pueda darse los primeros días de enero porque los protocolos de seguridad", dijo Córdoba en declaraciones a la emisora de radio local RCN.

Para la congresista, que lidera el grupo humanitario Colombianos y Colombianas por la Paz (CCP) que busca la liberación de todos los rehenes, tras el comunicado de las FARC lo que hace falta es "ponernos de acuerdo en el país que facilite la logística".

Sobre la comunicación de la guerrilla Córdoba la celebró y reveló que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) esperaba un pronunciamiento del grupo armado para saber si continuaba el deseo de liberar a los secuestrados.

Al referirse al país que podría colaborar en materia de logística la líder política no dio detalles, y sólo se limitó a decir que se está avanzando en el proceso de diálogo con esa nación, e insistió en que no revelerá el nombre hasta que se acerque el día de la entrega.

Este lunes, la Agencia de Noticias Nueva Colombia (Anncol) publicó un comunicado del Secretariado Central de las FARC en el que el grupo armado reiteraba su voluntad de liberar al cabo Pablo Emilio Moncayo y al soldado profesional Josué Daniel Calvo, así como entregar los restos del mayor Julián Ernesto Guevara, y reiteraron la necesidad de conocer las garantías del gobierno que "impedirán provocaciones", como ocurrió en el anterior proceso de entrega de secuestrados.

"En cumplimiento de la palabra empeñada y en interés de que el cabo Moncayo y el soldado Calvo estén pronto en libertad, y que doña Emperatriz de Guevara pueda llevar los restos de su hijo, reiteramos que es necesario conocer los protocolos que puntualicen las garantías oficiales por medio de las cuales se impedirán provocaciones, como ocurrió en ocasión anterior con motivo de otras liberaciones unilaterales", afirma el secretariado del grupo armado en un comunicado publicado este lunes por la Agencia de Noticias Nueva Colombia (Anncol).

En un corto comunicado de dos puntos, los insurgentes reiteraron además que una vez que se conozcan las garantías será a través de la senadora colombiana Piedad Córdoba, líder de la organización humanitaria Colombianos y Colombianas por la Paz (CCP), que se coordinarán y materializarán las liberaciones, proceso en el que participará también el padre del cabo Moncayo, el profesor Gustavo Moncayo, con el acompañamiento de la Iglesia Católica y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

"Una vez sean dados a conocer los protocolos de garantías por parte del gobierno nacional, será a través de la senadora Piedad Córdoba, como dirigente de Colombianas y Colombianos por la Paz, que coordinaremos la preparación y materialización de estas liberaciones, con la participación del profesor Gustavo Moncayo y el acompañamiento humanitario del CICR y la Iglesia Colombiana", concluyen las FARC.

En abril pasado, además de Moncayo, las FARC anunciaron su disposición a liberar al soldado Josué Daniel Calvo y la entrega de los restos del mayor de la Policía, Julián Guevara, muerto en 2006, después de ocho años en manos de la guerrilla.

Moncayo está en manos rebeldes desde diciembre de 1997, lo que lo hace uno de los dos secuestrados con más tiempo en cautiverio, en tanto que Calvo, raptado el pasado abril, es el miembro de la fuerza pública de retención más reciente.

Las FARC, en su propuesta de canje humanitario, pretende cambiar a más de 20 prisioneros (todos militales y policías) por más de medio millar de guerrilleros presos en cárceles oficiales e incluso varios extraditados a Estados Unidos.

teleSUR - El Espectador - RCN Radio / MM
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El DAS garantiza esquemas de seguridad a dirigentes y organizaciones sociales

*Pacocol
A Raíz de la denuncia que en Caracol hizo el dirigente comunista, director de VOZ y candidato a la Cámara de Representantes, Carlos Lozano, el pasado 25 de diciembre, sobre el inminente abandono por parte del Gobierno de la seguridad de casi 300 dirigentes políticos de izquierda y de organizaciones sociales desde el 31 de diciembre, el director del DAS se vio precisado a reconocer que no será así y que la protección del DAS está garantizada hasta el primer trimestre de 2010.

Sin embargo, Carlos Lozano, quien saludó la rápida respuesta pública del director del DAS, Felipe Muñoz, dijo que para mayor claridad es necesario que a los escoltas de confianza contratistas les hagan el contrato por el primer trimestre de 2010, mientras se resuelve qué organismo asumirá la protección, porque la duda surge de que no existía respuesta concreta del Gobierno como lo hace ahora el doctor Muñoz y los contratos se firmaron sólo hasta el 31 de diciembre. Son pasos que hay que dar para despejar todas las dudas, señaló Carlos Lozano.

La explicación a Caracol del director del DAS fue la siguiente (se puede leer en la web de la cadena radial, www.caracol.com.co

El director del DAS, Felipe Muñoz, descartó que se vaya a retirar la protección a por lo menos 300 líderes sociales y opositores políticos amenazados en Colombia, como lo aseguró el director del periódico Voz, Carlos Lozano.

Muñoz señaló que a pesar de que el DAS entregara los esquemas de protección de Organizaciones No Gubernamentales y dirigentes de izquierda, no se retirará los esquemas de seguridad y que solo hasta finales del primer trimestre de 2010 la protección será modificada.

“Debe haber total tranquilidad, no hay ningún cambio en el esquema de seguridad del doctor Carlos Lozano y en ninguno de ellos hasta el 31 de Marzo, hay algunos esquemas que ya se habían preacordado pasan a la Policía y los demás empezaremos el proceso de debate en Enero para mirar cual es el mejor esquema para ellos y para el Estado”, aseguró Muñoz.


El director del DAS agregó que se buscará la mejor alternativa para seguirles prestando la protección que hasta ahora han tenido las organizaciones sociales.

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sábado, 26 de diciembre de 2009

Entrevista de Carlos A. Lozano Guillén con la cadena radial Caracol el viernes 25 de diciembre de 2009.


Caracol.- Monseñor Castrillón anunció que está organizando una reunión con un representante de las FARC en Europa, ¿usted lo cree posible?
Carlos Lozano.- Bueno, si lo ha dicho monseñor Castrillón puede ser que él esté trabajando en algo así lo cual sería muy importante. Sin embargo, es difícil, porque una reunión con un jefe de las FARC en Europa o en cualquier otra parte sería de riesgo para éste, a menos que monseñor Castrillón obtuviera el aval del Gobierno colombiano.

Caracol.- ¿Pero si puede pueden tener éxito esas gestiones del prelado?
C.L.- Si lo dice monseñor Castrillón hay que creerle, es una persona seria. Él ha venido hablando de este tema hace varios meses y declarando su disposición de contribuir a favor de la paz y de las acciones humanitarias, aunque ha precisado que lo hace a nombre propio y no en representación de la Iglesia Católica de Colombia o del Vaticano. Conozco, porque él mismo lo ha dicho, que en el pasado se ha reunido en el país con dirigentes del Comando Central del ELN y no sé si hubo esas reuniones con las FARC, pero el cardenal y alto representante del Vaticano ha hecho pronunciamientos por el diálogo, la paz y el intercambio humanitario. En Colombia hay que reconocer hay distintos esfuerzos en la causa común de la paz y el intercambio humanitario.

Caracol.- ¿Están estancadas las liberaciones anunciadas por las FARC?
C.L. Están estancadas después que el Gobierno Nacional anunció los operativos militares de rescate a raíz del secuestro y asesinato del Gobernador de Caquetá, hecho repudiable pero que no puede convertirse en pretexto para impedir las liberaciones de Moncayo y el soldado Calvo y menos aún de las soluciones humanitarias y pacíficas. Debemos partir de la base de que en Colombia existe un conflicto interno, una guerra de muchos años con evidentes signos de degradación, así que mientras esta situación persista no estamos exentos de estos actos de horror y barbarie. Es por ello que debemos buscar las salidas pacíficas y políticas del conflicto. No aceptamos estos actos degradantes del conflicto, los rechazamos con vehemencia, pero no sucumbimos en el empeño de la búsqueda de la paz y de las acciones humanitarias. Así que en este sentido son útiles y positivas las propuestas de monseñor Castrillón.

Caracol. A propósito del asesinato del Gobernador de Caquetá ¿usted qué opina de la seguridad?
C.L. Fracasó la “seguridad democrática”. Cómo es posible que un Gobernador como el del Caquetá, en el ojo del huracán de la violencia, investigado por presuntos vínculos con el paramilitarismo y en una región de tanta militarización, sólo tuviera como protección un humilde policía que también perdió la vida de forma infame. La Corporación Arco Iris advirtió hace días en un informe especial de la debilidad de la “seguridad democrática” y los hechos lo están corroborando. No hay solución militar posible a este conflicto y no se pueden esgrimir como argumento los hechos graves y degradantes que se presenten en el marco del conflicto.

Caracol.- Y ¿cómo está la seguridad de otras personas de organizaciones sociales amenazadas?
C.L. Mal y sin solución. El 31 de diciembre el DAS entrega los últimos esquemas de protección de organizaciones sociales y políticas, entre ellas las del Partido Comunista y una de ellas la mía. El DAS se acaba y surge una Central de Inteligencia que no tiene entre sus facultades la protección de las personas y aún no se conoce qué entidad del Estado va a asumir la protección de las personas amenazadas.

Caracol ¿De cuántas personas estamos hablando y qué va a pasar entonces?
C.L- Estamos hablando de unas 300 personas, entre ellas dirigentes del Partido Comunista, de Minga, del Colectivo Alvear Restrepo y otras ONG y lo que puede suceder es que nos quedemos sin protección. Sé que se han estado haciendo reuniones pero no hay solución todavía. El Gobierno se inclina porque una empresa de vigilancia asuma esta protección, pero es inaceptable porque la obligación es del Estado, que es el que debe responder por la vida de los ciudadanos. Aquí se debe tomar una decisión de confiabilidad de las dos partes, el Gobierno y los protegidos. La confianza es lo fundamental, sobre todo de las víctimas que deben tener total confianza en los escoltas que los acompañen. Una solución es que esto lo asuma el Ministerio del Interior y con escoltas de confianza pero aún no hay solución. Derechos Humanos del Ministerio del Interior ha escuchado nuestras propuestas e inquietudes y ha demostrado interés en resolver el asunto, pero faltan las decisiones en las alturas.

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300 dirigentes sociales amenazados se quedarían sin ninguna protección a partir del 31 de diciembre


Por lo menos 300 líderes sociales y opositores políticos amenazados en Colombia, quedarían sin protección a partir del 31 de diciembre, porque el Gobierno no ha decidido quién los cuidará cuando el DAS deje de funcionar.

A pocos días de que el DAS entregue los esquemas de protección de Organizaciones No Gubernamentales y dirigentes de izquierda, no se ha definido quien asumirá la seguridad de quienes se encuentran en riesgo por amenazas y presiones.

La denuncia la hizo Carlos Lozano, el director del periódico Voz, quien se mostró preocupado pues más de 300 personas quedarán inermes.

"Si el Gobierno no decide esto pronto con una resolución que satisfaga a las víctimas, quedarán centenares de colombianos vulnerables ante la arremetida de los grupos violentos", indicó.

Esta preocupación es compartida por la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República, a través de su presidente el senador Víctor Velásquez, quien alertó por la grave situación de seguridad de las organizaciones sociales en Colombia, cercadas por las amenazas de grupos al margen de la ley.

"Las más amenazados son las juntas comunales, líderes de afrodescendientes y líderes cívicos de municipios alejados sobre todo de Bajo Cauca, el Atrato y el Urabá, lo mismo que los indígenas de las Sierra Nevada de Santa Marta", señaló el Senador.

Carlos Lozano explicó que no aceptarán que la tarea de protección quede en manos de organizaciones privadas y esperan cuanto antes el Gobierno decida qué organismo confiable asume el trabajo de seguridad para los más vulnerables.

Caracol radio

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Dirigentes del la Izquierda Latinoaméricana



El debate de la izquierda en América Latina

Por: Schafik Jorge Handal (*)
América Latina y el Caribe son hoy el escenario de un intenso y frecuentemente acalorado debate sobre las estrategias que la izquierda debe adoptar para alcanzar el poder. En otro momento, en la época de las dictaduras militares latinoamericanas y caribeñas, que abarcó casi todo el siglo XX, el debate principal en el seno de la izquierda revolucionaria fue alrededor de: vía armada o vía pacífica electoral.

El gobierno de Estados Unidos simplemente no estaba dispuesto a aceptar el ascenso de la izquierda a los gobiernos por vía electoral. El Chile democrático, con ejército "profesional y obediente de la autoridad civil", fue enterrado por el golpe militar encabezado por Pinochet, el asesinato del Presidente Salvador Allende y la matanza generalizada que sobrevino al 11 de Septiembre de 1973. Después, los militares aplastaron la democracia uruguaya, la "Suiza de América"; los militares argentinos instauraron una de las más cruentas dictaduras sufridas en ese país. En Brasil, los militares volvieron aún más asfixiante el régimen que habían instaurado a inicios de la década de los sesentas.

El derrumbe del socialismo soviético, la entrada en el mundo unipolar y en el capitalismo neoliberal volvieron innecesarias para los Estados Unidos las dictaduras militares, ya desgastadas por las luchas políticas y armadas de nuestros pueblos y riesgosas para la estabilidad de la dominación imperial, como lo habían demostrado en su momento la Revolución Cubana y la Revolución Sandinista.
Washington hizo entonces un giro de su estrategia en América Latina y el Caribe, hacia la promoción de gobiernos civiles surgidos de elecciones "democráticas". No buscaba favorecer el ascenso revolucionario a los gobiernos, sino sustituir una forma de dominación que se había vuelto riesgosa por otra más segura, para el implantamiento del capitalismo neo-liberal, su globalización y su hegemonía militar.

Este giro inauguró arrebatándole el poder a la Revolución Sandinista por vía electoral y favoreciendo la solución política negociada del conflicto armado salvadoreño, después de la gran ofensiva militar del FMLN en noviembre y diciembre del año 1989. Chile, Uruguay, Brasil, Perú, Bolivia, Argentina, fueron también escenarios de la resistencia popular, incluso armada, contra las dictaduras militares que desembocaron en salidas electorales.

El debate en la izquierda sobre vía armada ó vía pacífica electoral entro en receso. ¿Volverá a surgir en el futuro? En verdad no puede descartarse.

Los procesos electorales se convirtieron en una prioridad para la izquierda en nuestro sub-continente, casi impuesta por la desaparición de la bipolaridad geopolítica, en cuyo marco triunfaron tantas revoluciones y muchas pudieron consolidarse. En América Latina la Revolución Cubana es el ejemplo primero y clásico. En el marco de la bipolaridad se liberaron también del colonialismo muchos pueblos en Asia y África.

El debate en la izquierda Latinoamérica y Caribeña se desplazó a la búsqueda de respuestas a interrogantes como las siguientes:
¿Podrían realmente los procesos electorales, en el marco de la uní polaridad, constituirse en una vía para el acceso a los gobiernos de las fuerzas revolucionarias?
Más aún... ¿Podrían las elecciones llegar a ser una vía para la conquista del poder y no solo de los gobiernos?
¿Las victorias electorales de la izquierda podrían excluir la posibilidad de ser revertidas por los tradicionales cuartelazos de jefes militares sumisos al imperio y a las oligarquías? Y muchas otras más por el estilo.
Surgieron las respuestas contradictorias o matizadas.

En Colombia, por ejemplo, continúo y creció la lucha armada, combinándose en ocasiones con alianzas y luchas electorales. En Perú surgió y se desenvolvió por varios años la lucha armada.

Por su parte, una pequeña minoría de la izquierda Latinoamericana y caribeña se mantuvo al margen de la participación electoral y continuó rechazándola como vía para el ascenso revolucionario al poder, sin practicar tampoco otras vías.
La parte mayoritaria se incorporó a los procesos electorales a partir de estrategias diferenciadas y divergentes:
Para algunos de estos últimos, las elecciones pueden ser vía de la izquierda hacia el poder si esta se "modera", se "moderniza", si es "realista" y se convierte en un proyecto "viable", tolerable para el imperio, para el gran capital oligárquico y para los militares reaccionarios y si además es capaz de entusiasmar a las mayorías ciudadanas para cosechar sus votos. A menudo, un componente de esta receta es el anticomunismo y la toma de distancia de la Revolución Cubana y ahora, aunque más tímidamente, respecto al proceso revolucionario ! bolivariano en Venezuela. Se plantean así mismo la no ruptura con el modelo del capitalismo neoliberal y su Fondo Monetario Internacional, o hablan de postergarla o gradualizarla.

En ciertos casos estas recetas incluyen la postulación al cargo presidencial de personajes "potables" cooptados de fuera de la izquierda. Un caso extremo de esta formula fue el del FREPASO argentino, que obtuvo una clara victoria electoral, pero instaló un gobierno, encabezado por Fernando de la Rua, que profundizó el modelo neo-liberal heredado de Menem, lanzó a la miseria a una vasta proporción de la sociedad y fue derrocado por las más grandes e intensas movilizaciones populares. Esta parte de la izquierda suele también distanciarse de las luchas ! sociales de los sectores golpeados por el modelo neoliberal y que buscan salidas alternativas a las crisis que los abaten. Los argumentos que frecuentemente se escuchan, para justificar ese distanciamiento, es que la movilización social y popular perjudica las posibilidades electorales, pues se asusta a los votos moderados.

Mientras tanto, otra parte de la izquierda se ha planteado ascender a los gobiernos por vía electoral para cambiar el sistema del capitalismo neoliberal y consumar verdaderas revoluciones democráticas, ganando para ello el entusiasmo, la participación, la acción organizada y decidida de la mayoría del pueblo, concertando amplias, multiclasistas y multisectoriales, alianzas anti-neoliberales, nacional e internacionalmente, disputándole la influencia sobre los militares al imperio y la oligarquía financiero-mediática. Es una estrategia que se articula en torno a la realización de un programa claro y consistente de cambios estructurales, en lo económico, social y político.

Este es el caso de la Revolución Bolivariana liderada por Hugo Chávez Frías, que ha surgido y avanzado a través de reiterados procesos electorales y grandes enfrentamientos victoriosos con la contrarrevolución apoyada por las transnacionales y el gobierno de Estados Unidos.

Para esta parte de la izquierda los procesos electorales son una gran oportunidad para la comunicación de las propuestas revolucionarias a la gente y un gran escenario para la lucha de ideas contra el capitalismo neo-liberal y por una sociedad justa. Son, a la vez, un gran instrumento movilizador y organizador del pueblo, consolidador de las alianzas anti-neoliberales, fuente de acumulación de fuerzas y de construcción del poder popular, enrumbados hacia el cambio de la correlación y hacia la revolución.

Ese es el gran debate que está planteado hoy en el seno de la izquierda. El FMLN en El Salvador no es la excepción. Al igual que en otras experiencias latinoamericanas la derecha y sus medios no disimulan sus simpatías. En el fondo, como lo han señalado algunos de sus ideólogos más connotados, comparten el propósito de debilitar y hasta destruir el proyecto revolucionario, que ha probado ser una real amenaza para su modelo de dominación.

(*) 1930 ­ 2006. Dirigente del Partido Comunista (PCS) y el Farabundo Marti para la Liberación Nacional (FMLN) del Salvador

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miércoles, 23 de diciembre de 2009

Comunicado a la opinión pública nacional e internacional

Los familiares y amigos de las personas secuestradas y retenidas producto del conflicto armado, nos permitimos hacer un llamado a la cordura y la sensatez en frente de los graves hechos acaecidos en las últimas horas como fue el secuestro del señor Gobernador del Caquetá, acto que rechazamos rotundamente.

No obstante, es muy fortuito que dicho acontecimiento se pueda tomar como la excusa perfecta para autorizar un rescate por la fuerza contra todas las víctimas en estos momentos en que venían en camino Pablo Emilio Moncayo, Josué Daniel Calvo y el cadáver del Mayor Julián Guevara.

De un lado, es el peor mensaje que en la doceava navidad le pueda enviar el Estado, tanto a los plagiados como a sus doloridas familias, debido al enorme peligro que esta acción conlleva. De otro, es enrarecer esa negociación que apenas empezaba a dar una luz de esperanza.

Máxime si se tiene en cuenta que aquellas personas que tan injustamente hoy agonizan en el monte, no son responsables de lo que aquí suceda o pueda suceder y por tanto no pueden ser señaladas indirectamente de estos hechos , para hacerlas blanco de un temible rescate militar al lado del señor Gobernador. No es justo que esperen doce años torturados en el monte para que precisamente en navidad se ponga sus vida en inminente peligro a través del rescate armado.

Estos hechos como muchísimos otros, solo nos demuestran a los colombiano y al mundo que estamos equivocados, que los odios, las armas y tanta sangre derramada, no son la solución de este conflicto que tanto daño le está haciendo a más 44 millones de colombianos y especialmente a la juventud y a la niñez.

Con base en lo anterior, nos permitimos solicitar con todo comedimiento, se sirvan el Gobierno y su consejo de ministros, reconsiderar con sentido humano esa decisión que apresurada, puede tener consecuencias fatales, mientras que mesuradamente puede traer soluciones favorables y plausibles. Así también hacer un cordial llamado a todas las fuerzas activas del país y el mundo, se sirvan cooperar con nuestro Gobierno en la búsqueda de un digno proceso de paz que ponga fin a tanta incertidumbre y tanto dolor.

ASFAMIPAZ

Familiares de Pablo Emilio Moncayo

Comité Distrital por el Acuerdo Humanitario

Red Distrital de Reconciliación

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Un acuerdo interesante

Se acaba de conocer el documento conjunto suscrito por el Secretariado de las FARC y el Comando Central del Ejército de Liberación Nacional, en el que convocan a unir fuerzas contra el régimen uribista y “ordenan a sus unidades” ponerle fin a la confrontación entre las dos fuerzas y respetar a la “población civil no combatiente”. Es un acuerdo interesante y de suma trascendencia en las zonas de conflicto entre las FARC y el ELN, que ha afectado a la población civil, en particular a dirigentes y activistas de partidos de la izquierda y de organizaciones sociales y populares.
El Partido Comunista Colombiano fue víctima de los desafueros en esta insensata confrontación, así como otras organizaciones, debido a que varios de sus militantes fueron asesinados en Arauca, en particular. Más de 700 personas, civiles y ajenas a las dos organizaciones, pero sí activistas de la lucha popular, cayeron durante esta ola de enfrentamientos entre los dos grupos armados. Nadie entendió ni aceptó que la población civil fuera involucrada de forma tan irresponsable y criminal.

Arauca, Nariño y Cauca, entre otros departamentos y regiones, fueron el escenario de esta situación, agregada a la guerra sucia y al exterminio adelantado por los grupos paramilitares, alentados desde el poder reaccionario. Siempre rechazamos este procedimiento, así como abogamos porque las dos fuerzas dirimieran sus diferencias por la vía política y sobre todo que dejaran al margen de ello a la población civil. En este sentido también intervinieron la Iglesia Católica y otras personalidades y organizaciones.

Así que nos alegra esta importante decisión, con el deseo también que los acuerdos políticos entre las dos organizaciones insurgentes se extiendan a la búsqueda de la solución política negociada del conflicto, a la salida pacífica y democrática, al reconocimiento del derecho internacional humanitario. El futuro de Colombia está en la salida dialogada, en la construcción de un país con paz, democracia y justicia social.

Carlos A. Lozano Guillén
Bogotá D.C., 19 de diciembre de 2009

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