La "Operación Emmanuel"
El abuso de los grandes medios de comunicación
Desde antes que el presidente Álvaro Uribe Vélez dinamitara la "Operación Emmanuel" de rescate de Clara Rojas, su hijo Emmanuel y la ex congresista Consuelo González de Perdomo, anunciada por el Secretariado de las FARC, para cumplirle al presidente Hugo Chávez y a la senadora Piedad Córdoba, maltratados por el gobierno colombiano al despojarlos de manera abrupta y descortés de sus calidades de mediador y facilitador, los grandes medios de comunicación se dedicaron a desinformar sobre los objetivos de la operación diseñada por el presidente Chávez con un importante acompañamiento internacional.
Titulares y noticias, en particular en el principal diario del país y en los tele noticieros de las cadena privadas, se dedicaron a inducir a la opinión pública para hacerles creer que la misión iba a fracasar por responsabilidad de las FARC. Nunca consideraron que el desplazamiento en la selva de guerrilleros y rehenes era difícil, por las condiciones del terreno y la presencia de Fuerza Pública, pues el sur del país es el escenario desde hace casi cinco años del Plan Patriota y de la presencia de 20 mil uniformados. No era una situación propicia para la liberación en condiciones de seguridad. Sin embargo, los titulares señalaban de manera tendenciosa que "Las FARC prolongan la entrega" y cosas parecidas. Entre tanto, el presidente Uribe Vélez, taimado, desde su hacienda en Córdoba donde tiene tantos amigos, se mostraba indiferente. Displicente encargó de todo al alto Comisionado de Paz, Luís Carlos Restrepo y al jefe de prensa César Mauricio Velásquez, para que atendieran todo lo necesario en Villavicencio. Ambos con desespero y hasta en actitud ridícula trataban de demostrar protagonismo en una acción en que el Gobierno Nacional nada tenía que hacer. Toda la coordinación estaba en manos del gobierno venezolana, del CICR y la comisión internacional de acompañamiento. El gobierno colombiano era más bien un estorbo. No obstante, la "gran prensa" le abría páginas y micrófonos a Restrepo y Velásquez para que dijeran todo tipo de tonterías y de informaciones sin sentido.
El 31 de diciembre , casi al tiempo que las FARC informaban de la dificultad de llegar a un sitio seguro debido a los operativos militares (no combates como dijo Uribe Vélez con su habilidad mediática y tramposa), el mandatario colombiano se aparición en Villavicencio para dinamitar el proceso. Sacó de la manga, como si se tratara de un as marcado, la hipótesis de Emmanuel que ya conocemos, para exhibirla casi como prueba de que la operación era una farsa. Con razón, casi de manera inmediata, un alto oficial le dijo a los periodistas: "Se van porque se acabo esta fiesta". En minutos Uribe acabó lo que costó trabajo construir en favor de un acto de humanidad y del intercambio humanitario.
Todo cambió en las prioridades. El acto de humanidad pasó a un segundo plano y ahora el país está en vilo por conocer los resultados del ADN. Lo importante no es el rescate sino si el niño es Emmanuel, lo cual la "gran prensa" lo da por descartado porque así lo dijo el mesías de la Casa de Nariño.
Falta de seriedad de un Gobierno que aborta un acto de humanidad a través de una hipótesis, que por ser tal no está comprobada aunque la presenta como casi una verdad absoluta. Inclusive, más allá de si la hipótesis se comprobara en estos días, lo que está claro es que el interés del gobierno de Uribe era acabar de un tajo con la "Operación Emmanuel". Dinamitar el proceso coordinado por el presidente Chávez en favor del intercambio humanitario. Los grandes medios le ayudaron en la actitud mezquina, autoritaria e intolerante.Pero después el papel de los grandes medios ha sido degradante. Tratando de orquestar la verdad que pretenden, la que difunde a priori la casa de Nariño. Al suscrito Caracol Televisión le preguntó el miércoles dos de enero cuál era la opinión en tres escenarios: Si se comprueba la hipótesis, si no se comprueba y cual sería el Plan B para la Operación Emmanuel. Respondí a los tres escenarios con precisión, sin esguinces, incluyendo la posibilidad de que la hipótesis sea cierta, pero el noticiero editó la nota de mala fe para presentar solo la respuesta del primer
Carlos A. Lozano Guillén
El abuso de los grandes medios de comunicación
Desde antes que el presidente Álvaro Uribe Vélez dinamitara la "Operación Emmanuel" de rescate de Clara Rojas, su hijo Emmanuel y la ex congresista Consuelo González de Perdomo, anunciada por el Secretariado de las FARC, para cumplirle al presidente Hugo Chávez y a la senadora Piedad Córdoba, maltratados por el gobierno colombiano al despojarlos de manera abrupta y descortés de sus calidades de mediador y facilitador, los grandes medios de comunicación se dedicaron a desinformar sobre los objetivos de la operación diseñada por el presidente Chávez con un importante acompañamiento internacional.
Titulares y noticias, en particular en el principal diario del país y en los tele noticieros de las cadena privadas, se dedicaron a inducir a la opinión pública para hacerles creer que la misión iba a fracasar por responsabilidad de las FARC. Nunca consideraron que el desplazamiento en la selva de guerrilleros y rehenes era difícil, por las condiciones del terreno y la presencia de Fuerza Pública, pues el sur del país es el escenario desde hace casi cinco años del Plan Patriota y de la presencia de 20 mil uniformados. No era una situación propicia para la liberación en condiciones de seguridad. Sin embargo, los titulares señalaban de manera tendenciosa que "Las FARC prolongan la entrega" y cosas parecidas. Entre tanto, el presidente Uribe Vélez, taimado, desde su hacienda en Córdoba donde tiene tantos amigos, se mostraba indiferente. Displicente encargó de todo al alto Comisionado de Paz, Luís Carlos Restrepo y al jefe de prensa César Mauricio Velásquez, para que atendieran todo lo necesario en Villavicencio. Ambos con desespero y hasta en actitud ridícula trataban de demostrar protagonismo en una acción en que el Gobierno Nacional nada tenía que hacer. Toda la coordinación estaba en manos del gobierno venezolana, del CICR y la comisión internacional de acompañamiento. El gobierno colombiano era más bien un estorbo. No obstante, la "gran prensa" le abría páginas y micrófonos a Restrepo y Velásquez para que dijeran todo tipo de tonterías y de informaciones sin sentido.
El 31 de diciembre , casi al tiempo que las FARC informaban de la dificultad de llegar a un sitio seguro debido a los operativos militares (no combates como dijo Uribe Vélez con su habilidad mediática y tramposa), el mandatario colombiano se aparición en Villavicencio para dinamitar el proceso. Sacó de la manga, como si se tratara de un as marcado, la hipótesis de Emmanuel que ya conocemos, para exhibirla casi como prueba de que la operación era una farsa. Con razón, casi de manera inmediata, un alto oficial le dijo a los periodistas: "Se van porque se acabo esta fiesta". En minutos Uribe acabó lo que costó trabajo construir en favor de un acto de humanidad y del intercambio humanitario.
Todo cambió en las prioridades. El acto de humanidad pasó a un segundo plano y ahora el país está en vilo por conocer los resultados del ADN. Lo importante no es el rescate sino si el niño es Emmanuel, lo cual la "gran prensa" lo da por descartado porque así lo dijo el mesías de la Casa de Nariño.
Falta de seriedad de un Gobierno que aborta un acto de humanidad a través de una hipótesis, que por ser tal no está comprobada aunque la presenta como casi una verdad absoluta. Inclusive, más allá de si la hipótesis se comprobara en estos días, lo que está claro es que el interés del gobierno de Uribe era acabar de un tajo con la "Operación Emmanuel". Dinamitar el proceso coordinado por el presidente Chávez en favor del intercambio humanitario. Los grandes medios le ayudaron en la actitud mezquina, autoritaria e intolerante.Pero después el papel de los grandes medios ha sido degradante. Tratando de orquestar la verdad que pretenden, la que difunde a priori la casa de Nariño. Al suscrito Caracol Televisión le preguntó el miércoles dos de enero cuál era la opinión en tres escenarios: Si se comprueba la hipótesis, si no se comprueba y cual sería el Plan B para la Operación Emmanuel. Respondí a los tres escenarios con precisión, sin esguinces, incluyendo la posibilidad de que la hipótesis sea cierta, pero el noticiero editó la nota de mala fe para presentar solo la respuesta del primer
Carlos A. Lozano Guillén
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