sábado, 26 de enero de 2008

Se profundiza la crisis política de Colombia


Apolinar Díaz - Callejas

La crisis de las relaciones de Colombia, conducida por el Presidente derechista Alvaro Uribe Vélez, se le convirtió en una confrontación cada vez más agresiva con el jefe de gobierno de Venezuela Hugo Chávez. Esa confrontación verbal sirve para distraer la opinión pública del fondo de las discrepancias evidentes que hay hoy entre el jefe del gobierno colombiano Alvaro Uribe Vélez y el conductor del proceso revolucionario político y social que conduce en Venezuela el presidente Hugo Chávez. Poco a poco y con una política sigilosa y sin mucho ruido el gobierno norteamericano de Bush participa activamente en el conflicto colombo-venezolano con la presencia en Bogotá de una cadena de altos funcionarios de su gobierno, que hablan descarada y públicamente de la visión norteamericana sobre las diferencias entre gobiernos de Venezuela y Colombia, a la vez que muestran los objetivos norteamericanos para sacar ventaja de la confrontación colombo-venezolana. Según El Tiempo, empresa periodística de un grupo español de la ultra derecha que adquirió la mayoría de las acciones de ese periódico, fundado y dirigido por el expresidente Eduardo Santos, liberal y demócrata de tiempo completo, antifranquista permanente, en su resiente visita a Bogotá John P. Walters, zar antidrogas de Estados Unidos sirvió para que este altísimo funcionario de Bush acusara al gobierno de Venezuela porque este país “está jugando un papel cada vez más importante como plataforma de los embarques del narcotráfico colombiano”. Asegura Walters que “es imposible mover las doscientas o trescientas toneladas de cocaína que cada año pasan por ese país sin que el gobierno Chávez se de cuenta. Afirmando que el Presidente Chávez está haciendo de Venezuela un refugio del narcotráfico”. Pero esta información de El Tiempo del 20 de enero de este año está precedida de una información sobre que el gobierno de Bush se propone “lograr que Colombia acepte el traslado de la base militar norteamericana que hoy se encuentra en Manta (Ecuador), con el pretexto de que ésta la haría menos vulnerable ante una amenaza armada”. El gobierno colombiano de Uribe Vélez ha resuelto “guardar silencio sobre el tema”. La ofensiva verbal de Walters llegó al punto de afirmar “que el presidente Chávez se está convirtiendo en gran facilitador del transito de cocaína a Europa y otras partes de este hemisferio.En contraste de lo afirmado por el agente de Bush, el representante demócrata William Delahunt, ha estado viniendo a Colombia en estos días para la investigación de las actividades de los paramilitares colombianos (todos ellos fuerza política de apoyo electoral y de todo género del Presidente Uribe Vélez), anunció que otras empresas norteamericanas” podrían verse implicadas en las investigaciones que se realizan en su país por pagos que habrían hecho a grupos paramilitares, hace algunos años, a cambio de “seguridad” en la zonas de influencias de estas organizaciones (El Tiempo, Enero 16 2008). El interés norteamericano en el supuesto conflicto Chávez-Uribe, muestra que Uribe actúa en función de sus nexos con el gobierno Bush de Estados Unidos.Post scriptum: Escrito lo anterior, encuentro con tremenda sorpresa que D’Artagnan, columnista de El Tiempo, periódico hispano-colombiano, escribe una vulgar nota contra el presidente Chávez señalándolo como bisexual. D’Artagnan nació, se crió y se formó en el periódico El Tiempo bajo los auspicios del expresidente Eduardo Santos. Su padre es presidente de la Academia Colombiana de la Lengua y hombre de una trayectoria intelectual y personal ejemplar. Me indignó el escrito de D’Artagnan, pues terminó con una expresión grosera contra el presidente Chávez. D’Artagnan hace con elogio y admiración la descripción (¿no será su propio deseo?) del tamaño famoso de el órgano sexual del futbolista colombiano Tino Asprilla. Yo pregunto: ¿será que lo conoce y lo desea?

Fuente: Argenpress

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