lunes, 10 de noviembre de 2008

¿Dónde están los bandidos?


En Monterrey, México, el presidente Álvaro Uribe Vélez declaró ante un grupo de personas y en presencia del ex fiscal y embajador de Colombia, Luis Camilo Osorio, que las acusaciones presentadas contra éste “son infamias y calumnias, orquestadas por una recua de bandidos”. Lo mismo dijo en el pasado cuando varias ONG acusaron a Jorge Noguera, ex director del DAS y ex cónsul en Milán (Italia), a Salvador Arana, ex embajador en Chile y a Juan José Chaux, ex gobernador del Cauca y ex embajador en República Dominicana, de tener vínculos con los grupos paramilitares. También así reaccionó, siempre con la misma virulencia y hasta con cinismo, cuando llovieron críticas contra varios de sus altos funcionarios, ahora encartados con la justicia colombiana y la sociedad por vínculos con grupos paramilitares y de narcotraficantes. Todos los nombrados están siendo investigados y procesados por sus turbias relaciones y así pretenda eludirlo Uribe Vélez también lo salpica porque son sus amigos y protegidos para no decir que compinches. Bien sabemos por qué puerta y en qué condiciones ingresan los enviados de los capos del narcoparamilitarismo a la “Casa de Nari”, como la llaman éstos con tanto cariño.


También calificó de recua de bandidos o con otro eufemismo a los que denunciaron hace años, aunque ya en su Gobierno, los falsos positivos y las ejecuciones extrajudiciales de opositores o de simples ciudadanos o jóvenes con el fin macabro de presentar positivos en la lucha contrainsurgente. Así mismo, dice de la grave acusación que miembros de la Policía Nacional tuvieron que ver con la desaparición y posterior asesinato de Guillermo Rivera, dirigente sindical y militante del Partido Comunista. Entre otras cosas esto me lo confirmó un funcionario de la embajada de los Estados Unidos en Bogotá.


Luis Camilo Osorio está siendo investigado por la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, porque existen evidencias de que siendo fiscal favoreció a militares comprometidos en delitos de lesa humanidad y a reconocidos paramilitares. Hasta ahora es una investigación y está en la “comisión de absoluciones” de mayoría uribista. Pero la sospecha es fuerte cuando se abrió investigación y fue capturado el general Rito Alejo del Río, el mismo que fue absuelto por Osorio a pesar de la opinión en contra de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía, como lo denunció en su oportunidad Pedro Díaz a la sazón director de esa Unidad.


La “recua de bandidos” para Uribe Vélez son las ONG y los voceros de las organizaciones de derechos humanos, incluyendo al señor Vivanco. Tal vez para él también lo son hasta la ONU y la comunidad internacional que son receptivas a estas denuncias. Es el desespero porque los indicios, las pruebas y las investigaciones dicen otra cosa y lo comprometen.


¿Dónde están los bandidos?


Bogotá D.C. 9 de noviembre de 2008

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