sábado, 12 de julio de 2008

Entrevista para el diario Jungle Belt de Alemania al periodista Carlos Lozano G.


Sábado 12 de julio de 2008
1.- La liberación de Ingrid Betancourt y otros retenidos de las FARC ha sido un gran triunfo para el presidente Alvaro Uribe. ¿Cuáles son las consecuencias políticas a nivel nacional?


-Obvio que nos unimos al júbilo en el país y en el exterior por la celebración de la liberación de los 15 rehenes, en un operativo que no tuvo consecuencias trágicas como otros anteriores.

El Gobierno, inmerso en una crisis política por los comprobados nexos q1ue tienen varios de sus congresistas y amigos con paramilitares y narcotraficantes y por la demostrada compra de votos para aprobar la reelección en el Congreso, está aprovechando este acontecimiento en su favor para fortalecerse. Igual para promover la segunda reelección, pero ello no le será fácil porque hay contradicciones internas entre Uribe y sus amigos, pues varios no están de acuerdo en la reelección. Por ahora, la situación política es difícil para la izquierda, Uribe envalentonado promueve la guerra y quiere llevar, inclusive a la cárcel a varios de sus opositores. La línea guerrerista y autoritaria se fortalece.


2. Algunos medios internacionales difundieron la versión de supuestos pagos de rescate. El gobierno de Uribe pretende que el servicio secreto ha infiltrado las FARC. ¿Por qué es importante esta diferencia?


-El Gobierno promueve su propia versión en la campaña publicitaria para demostrar que las FARC están acabadas y que sólo falta el puntillazo final, o la madre de todas las batalles. Es la manera de persistir en la guerra y en la salida militar. Lo que está claro es que sobornaron a los jefes del grupo de guerrilleros que vigilaban a los secuestrados, por eso fue tan fácil el operativo como también incruento. Afortunadamente tuvo un final feliz como en las telenovelas.


3. Después de la liberación de Ingrid, el gobierno ha ofrecido negociar con las FARC. ¿Eso significa un cambio estratégico?


-El Gobierno quiere negociar la rendición de la guerrilla y así no funciona. Lo aconsejable para las pospartes es una negociación política, realista y sin tantos temas, que esté antecedida del acuerdo humanitario. No hay vía distinta que a la política y ellos es válido para la guerrilla y el Gobierno.


4. De las FARC no se ha escuchado nada en las últimas semanas. Es verdad que ésta organización guerrillera sufre un proceso de resquebrajamiento?


-Las FARC, creo, están discutiendo políticamente los últimos incidentes. Acaban de emitir un comunicado en que dan su versión de los hechos y se manifiestan dispuestos a negociar de forma directa con el Gobierno el acuerdo humanitario. Es un comunicado positivo, con la característica que no insiste en despejes y otros inamovibles.


5. En los años 90 las FARC se han separado del PC de Colombia. Desde entonces parece que ya no tienen un propósito político. No demuestra la situación actual que ésta organización se encuentra en un callejón sin salida?


-Las FARC tienen un origen político, por cierto las causas políticas, económicas y sociales del conflicto están intactas y se han agravado con el régimen autoritario, belicista y antipopular que limita la democracia y aumenta la explotación del capital. Precisamente, por eso es viable la solución política negociada, siempre y cuando apunte a fortalecer la democracia y la justicia social. Las FARC deben priorizar la salida política, erradicar la práctica del secuestro, adoptar el derecho internacional humanitario y proteger a la población civil de los efectos del conflicto. Es una manera de evitar la dregadación de una guerra tan larga y con signos de barbarie.


Cómo debate la izquierda en Colombia la situación actual?


-En la izquierda, en particular en el Polo Democrático Alternativo, hay un debate constructivo dirigido a fortalecer la unidad y la acción democrática. Claro que no faltan los divisionistas los que promueven acuerdos con sectores de la derecha y hasta con Uribe Vélez para salir de la izquierda. El Polo se pronuncia por una salida democrática de la crisis y la propuesta es de una Constituyente para la paz y la democracia.

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