domingo, 5 de abril de 2009

Cara a cara con Carlos Lozano

“Uribe continúa aferrado a la doctrina de Bush”

*Conversación del Director de VOZ con profesores y estudiantes de comunicación social. Título e intertítulos son de VOZ

*Luis Francisco Rubio

Una conversación de profesores y estudiantes de comunicación social con el director de VOZ y facilitador de paz, Carlos A. Lozano Guillén, terminó en entrevista, porque de manera amable nos respondió varios interrogantes, aquí resumidos en esta versión revisada por el propio doctor Lozano.

-¿Qué lectura le hace a la carta de las FARC a “Colombianos y Colombianas por la Paz” en desarrollo del diálogo epistolar, que completa tres sendas cartas intercambiadas?
- Me parece que la tercera carta es positiva. Plantea la voluntad de intercambio humanitario y de paz de las FARC. “Estamos listos para el intercambio humanitario”, dicen y además dejan de lado el inamovible de la zona desmilitarizada. No hay insistencia en el despeje de Pradera y Florida. Anuncian también la entrega de los restos del mayor Guevara a su señora madre, doña Emperatriz, que no está condicionada a la entrega de los restos de Raúl Reyes e Iván Ríos a sus familiares. Sería macabro e inaceptable si así estuviera planteado.

-Según el Gobierno los restos de los dos líderes guerrilleros fueron entregados a la familia.

-Al parecer, eso no es cierto, según los familiares de Reyes y Ríos. Pero déjenme insistirles que no es una condición, son dos aspectos distintos. Las FARC se comprometen a entregar los restos del mayor Guevara y es un compromiso independiente de la suerte de los restos de Reyes y Ríos, aunque en la carta demandan la intervención de “Colombianos por la Paz” y de la senadora Piedad Córdoba para que les sean entregados a sus familiares. No es una trueque o canje de cadáveres como lo dijeron de “mala leche” algunos medios de comunicación, son dos cosas distintas.

La importancia del diálogo epistolar

-Hay un aspecto que preocupa en la tercera carta y es lo relativo al número de secuestrados económicos que las FARC dicen son nueve en su poder y, además, registran 20 miembros de la Fuerza Pública y Asfamipaz dice que son 22. ¿Qué opina de ello?

-Son situaciones que se deben esclarecer. El Secretariado de las FARC dice que tiene sólo nueve retenidos o secuestrados por razones económicas de lo que ellos llaman de la ley 002, mientras País Libre y el Gobierno hablan de cifras distintas, pero no iguales entre ellos. No existe una estadística confiable pero hay que tratar de tenerla para exigir claridad sobre ellas. Igual con el desfase de dos miembros de la Fuerza Pública, pues ciertamente hablan de 20 y en las cuentas que tenemos son 22. Hay que establecer si se trata de un error o qué ocurrió. Pero lo más importante al respecto, sin subestimar la necesidad de aclarar las cuentas dispares, es que el diálogo epistolar ha llevado a interesar a las FARC sobre el tema del secuestro, con opiniones controversiales pero que deben conducir a erradicar el secuestro del conflicto interno. Es una de las tantas manifestaciones de degradación del conflicto como los son también los “falsos positivos”, la minas antipersonales y el exterminio de la izquierda y de los sindicalistas, que aún no termina, entre otras.

-¿Usted es optimista en que pueda lograrse la paz mediante el diálogo y los usted llama solución política negociada?
-Sí, es inevitable que a la paz se llegue por ese camino. Fracasó la vía militar de resolverlo. Insistir en ello, como lo ha hecho este Gobierno con la “seguridad democrática”, prolonga de manera indefinida la confrontación armada en todo su horror y barbarie, llegando a niveles de degradación abominables. Aquí se perdió la noción de humanidad por las partes en conflicto, ni siquiera se ha podido lograr un intercambio humanitario, menos aún acuerdos humanitarios para bajarle intensidad al conflicto. Es más, el Gobierno de Uribe ni siquiera acepta la existencia del conflicto, por ello actúa con la creencia de que todo es válido para derrotar a los que él llama terroristas. Bush salió de la presidencia de los Estados Unidos con el rabo entre las piernas y con su doctrina antiterrorista derrotada en el terreno ideológico, pero aquí Uribe Vélez continúa aferrado a ella. Sigue siendo ello el obstáculo más grande para allanar el camino a la paz con democracia y justicia social.

El mayor obstáculo para la paz

-¿Si entendemos bien para usted es Uribe Vélez el obstáculo para la paz?
-Es el principal obstáculo para la paz negociada, para la salida pacífica, política y dialogada. No me cabe la menor duda. La “seguridad democrática” fracasó en su intento de aplastar a la guerrilla.
-Un momento, pero las estadísticas y la realidad dicen otra cosa, como nunca las FARC han sido golpeadas.



-No menosprecio lo que ha significado la “seguridad democrática” en el terreno militar. Golpeó a la guerrilla de las FARC más que nunca, pero no las tiene derrotadas, ni siquiera postradas. El objetivo uribista no fue matar a Reyes y llegar a unos sitios geográficos distantes, donde antes no había presencia de la Fuerza Pública, sino acabar, aplastar a la insurgencia. En ese objetivo, trazado para seis meses hace casi siete años, el Gobierno fracasó y de paso impuso un régimen autoritario, antidemocrático y represivo. Uribe sigue a la espera del fin del fin y de la madre de todas batallas. Aún después de la tercera carta de las FARC, bien recibida por los sectores democráticos, Uribe insiste en la guerra, cree que eso le da votos.

-¿Cómo ve la reelección?
- Sin haberse aprobado aún la ley del referendo reeleccionista, el presidente Uribe está en campaña electoral. Ese discurso guerrerista y agresivo que cierra toda posibilidad de diálogo y de negociación se debe a que él cree y sus asesores también, que es lo que le reporta votos. De todas maneras la ley del referendo será aprobada por el congreso de bolsillo uribista, pero eso no implica que la reelección sea inevitable, aún en las filas del uribismo hay opositores a ella. Monseñor Rubén Salazar, presidente de la Conferencia Episcopal, fue muy claro al respecto. Como también algunos industriales y amigos del presidente Uribe que no la ven aconsejable. La embajadora Noemí Sanín está exigiendo claridad sobre el tema de la reelección, porque Uribe dice que no ha decidido y que no se va a interponer en el camino de otros aspirantes, pero está en campaña. No creo que haya Uribe para rato, además porque es lo peor que le ha podido pasar a este país en los últimos años. El daño a la democracia es enorme, así como la polarización y el nivel agresivo del enfrentamiento político. Superar esta horrible noche es un desafío para la izquierda.

La opción del Polo

-¿Cómo ve al Polo Democrático Alternativo? ¿Tiene posibilidades políticas electorales ante la fuerza de Uribe Vélez?
-El Polo es una opción real. Adoptó decisiones trascendentales en el Segundo Congreso como las del candidato propio surgido de una consulta amplia y el frente antirreleccionista con otras fuerzas políticas y sociales, además de otras determinaciones que fortalecen el Ideario de Unidad y lo define como una fuerza de izquierda, antiimperialista, democrática y que actúa en pro de la solución política negociada y de la paz. La campaña está a favor del Polo y de la izquierda, porque cobran importancia dos temas medulares que les son inherentes y sobre los cuales no cabe ambigüedad alguna: la paz con democracia y justicia social y el tema social que se agravará más en la medida que la crisis global del capitalismo agrietará la economía nacional, contrario a lo que predicó el Gobierno en el colmo de su arrogancia.

-Sin embargo el Polo está dividido.
-No es cierto, no está dividido.
-Petro se declaró en disidencia.

-Sí, el senador Petro es un mal perdedor. Vendió la idea que tenía la mayoría de delegados en el Congresos con sus aliados y que iba a echar a la “extrema izquierda” del Polo, pero no fue así. La izquierda fue la mayoría y adoptó decisiones democráticas sin arrollar a nadie, sin expulsar a los que planteaban cosas distintas y tan absurdas como la de no tener candidato propio y pactar alianzas con neoliberales y hasta con uribistas. Como no triunfaron sus tesis minoritarias entonces se va en disidencia de la mayoría. Es una extraña manera de entender la democracia ¿no le parece?

-¿Qué va a pasar con Petro? ¿Lo van a expulsar del Polo?
-No creo que Petro ni nadie va a ser expulsado del Polo. Por lo menos mientras la izquierda sea la mayoría. La invitación es a que permanezcan allí, que adelanten la batalla de ideas, la lucha ideológica, pero respetando la unidad y la democracia interna. Las reglas del juego deben ser claras. El Polo no puede paralizarse sino que debe actuar en el escenario nacional con identidad propia, sin ambigüedades, sin vacilaciones ni conciliaciones de ninguna índole con los responsables del desastre nacional.

Volver a la página principal

No hay comentarios: