jueves, 16 de julio de 2009

La revolución en Venezuela sigue su curso




Venezuela cumple y cumplirá sus compromisos comerciales

En momentos en que las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Venezuela se reanudan con el nombramiento de los embajadores en los dos países, Lázaro Vivero Paniza, periodista y columnista, nos presenta esta entrevista con Saúl Ortega, vicepresidente de la Asamblea Nacional venezolana y, Héctor Agüero coordinador del PSUV -Partido Socialista Unido de Venezuela- y ex guerrillero venezolano de los años sesenta.

“Todo en construcción, pero en manos del pueblo”

Lázaro Vivero Paniza

¿El proceso revolucionario de Venezuela está orquestado por otros países como Cuba o China?

Saúl Ortega

Esa afirmación son los residuos del macarthismo que en América Latina impuso el imperio a través de sus lacayos, de los medios de comunicación y de instrumentos institucionales como la OEA que, juegan un papel de intervenciones militares, de instauración de dictaduras criminales como la de Pinochet, Somoza, etc. Las últimas intervenciones que contaron con el respaldo de la OEA fueron las de Grenada y Haití para derrocar el presidente constitucional y, lo hicieron los marines en alianza con criminales.

L.V.P. ¿Cree usted que entonces el proceso de Venezuela es independiente y consecuente con lo que se vive en América?

S.O. Hay cambios profundos que se están impulsando. En algún momento se le tendrá que reconocer a la revolución bolivariana el mérito de ser un dinamizador de estos procesos. Creo que estamos en una nueva situación en América Latina, en donde la fuerza de los pueblos está exigiendo procesos políticos diferentes a los que nos tenían acostumbrados. Por ello los jefes de estado y de gobierno nos permiten ver por primera vez que se priman los intereses del continente y empiezan a verse así mismos para buscar las soluciones. Esta es una agenda propia que valora los intereses económicos, de seguridad y las reivindicaciones profundas.

L.V.P. ¿Cuáles son las causas para que esta revolución se lleve a cabo en Venezuela?



S.O. Primero la injusticia que se ha llevado durante tanto tiempo con estos pueblos. Esta injusticia debe ser atacada porque ella tiene sus fuentes en la explotación que el imperialismo ha hecho de nuestras riquezas, del propio trabajo y de las riquezas que han sido expropiadas y exfoliadas. Esto ha generado unas demandas y reclamos que de alguna forma tienen que estar en cualquier agenda política. Llego la hora de América Latina y por ello las posiciones frente al imperio que estamos observando.

L.V.P. ¿Por qué culpa usted a los Estados Unidos?

S.O. Todos los modelos que ellos han manejado han sido colonialistas, imperialistas. Si nos ubicados en el año 2.000 Bush en Canadá, con bombos y platillos, anuncia como será el nuevo proyecto para América Latina –ALCA- y el único que se opuso al documento que estaban aprobando fue el presidente Hugo Chávez. Seis años después en Mar de Plata, vimos como ese proyecto naufragaba y nacían unos nuevos mecanismos para relacionarse sin que sean imposición del imperio. Estamos marchando juntos para identificar esos problemas del pasado y presente y, con nuestros vecinos ganemos todos. Venezuela ha impuesto sus reglas que benefician al pueblo de Venezuela y ella hoy se relaciona con los demás de iguales, de justicia. Por ello el ALCA fue rechazado.

L.V.P. ¿Por qué tanto señalamiento hacia Venezuela?

S.O. Los grandes medios de comunicación que todavía controla el imperio presentan una imagen de Venezuela como un régimen que coarta las libertades y los derechos de los pueblos. Pero cuando el pueblo se da cuenta y olfatea lo que sucede, piensa todo lo contrario. El gobierno de Venezuela para los grandes explotadores no es el mejor gobierno, pero para los trabajadores sí y eso empieza a sentirse en todos los países vecinos de una manera muy clara y trasparente y, se empieza a producir el cambio, lo que estamos viendo. Hasta las comunidades indígenas se han levantado y todas están en pie de lucha desde Chile hasta el propio Méjico como son los herederos de los Aztecas, todos, luchando por sus reivindicaciones. Los trabajadores también perciben que este es el modelo que requieren los grandes sectores populares. El tiempo dará la razón.

L.V.P. ¿Qué puede presentar la revolución venezolana como lo positivo en estos años?

S.O. Acá por ejemplo hemos ido recuperando propiedades que eran del estado venezolano que el neoliberalismo se lo entregó a particulares, a transnacionales. Una vez recuperados vamos a un esquema de propiedad social, que permite entregárselos a los campesinos, a los indígenas, a los trabajadores que son la fuerza vital de la producción. Eso empieza a generar nuevas formas de la producción más justas y el beneficio del producto llega al mayor número de pobladores. Por ejemplo, en el pasado esa inmensa riqueza petrolera jamás llegó a los más pobres del país. En el pasado era el ochenta por ciento de la población en pobreza cuando llegamos al gobierno. Además un veinte por ciento en pobreza extrema. Comenzamos por alfabetizar más de un millón de venezolanos. Todo eso era una injusticia que no tiene nombre. Más de un millón de jóvenes que habían desertado del estudio fueron nuevamente incorporados. Eso era la exclusión de la juventud. Esa es una de las bondades de la revolución.

L.V.P. ¿Qué pasa con la salud? Hay muchas quejas.

S.O. Hay una política bien clara de inclusión, de atención masiva hasta el punto de que los sistemas de salud ahora están en los propios barrios. Se llama barrio adentro porque los médicos están en las comunidades y los centros de atención médica están ubicados estratégicamente en los sectores más pobres. Por ello el compromiso es con los más pobres, a diferencia de los gobiernos anteriores que tenían compromisos con las grandes transnacionales en donde la burguesía no invertía sino que sus ingresos terminaban en los emporios fuera del país. Esa es la fuente de la pobreza. Además se hace una inversión en la prevención de salud. Eso ayuda mucho para el buen vivir. Esa privatización masiva de la salud en el pasado terminó, porque ello solo producía riqueza para unos pocos que la terminaron manejando.

L.V.P. ¿En la educación cuál es el avance?

S.O. Tenemos todavía una gran contradicción porque tenemos un grupo de universidades que reciben muchos recursos y tienen una política de élite, pero paralelamente el gobierno le ha dado un gran impulso a otras universidades que tienen una gran experiencia y, como el caso de la Nueva Universidad Bolivariana se ha masificado el estudio superior. Estamos derribando las barreras para que el pueblo pueda educarse y no se siga en manos de las élites diciendo quien estudia y quien no. Tenemos que acabar con ese sistema selectivo del pasado. El Estado está editando todo tipo de literatura para que la gente lea y se prepare. Son ediciones gratuitas.

L.V.P. Toda revolución requiere de un tiempo. ¿Cuánto se demorará esta para posicionarse?

S.O. Todo está en construcción, pero puedo decir un desde cuándo, y que la traición a la democracia que fue el golpe de estado del 2.002, prendió las alarmas y obligó a la dirigencia revolucionaria a acelerar los caminos. Por eso desde ese año fue una gran enseñanza para nosotros. La economía de guerra se vivió en esos dos primeros años en donde todo se saboteó, pararon las empresas, la producción de alimentos, la producción de combustible y nos levantamos sobre nuestras propias cenizas y, allí, se inició un gran impulso con un proceso de construcción acelerado. Acá todo está en debate, en discusión, todo está en construcción, pero por supuesto todo en manos del pueblo que es el único dueño y soberano.

L.V.P. ¿Qué pasó con la oposición en la Asamblea Nacional?



S.O. Hay que recordar que recordar que en las pasadas elecciones del 2.005 el Departamento de Estado, la CIA, les recomendó a la comisión volver a traicionar a la democracia y jugar a los golpes de estado, a la salida violenta y los atajos. Todos los candidatos opositores retiraron su candidatura pero el proceso se llevó a cabo y las mayorías las tienen la fuerzas revolucionarias. Algunos de ellos han reconocido que fue un error no participar. Hoy la verdadera oposición la hacen los grandes medios de comunicación privados, cuyos dueños son capitalistas que se hicieron ricos robando al Estado venezolano. Son sectores que actúan en contra del interés nacional.

L.V.P. ¿Qué pasa con los pagos de las transacciones comerciales de las empresas colombianas con Venezuela?

S.O. El gobierno venezolano cumple y cumplirá con los todos los compromisos comerciales que adquiera y, mucho más con Colombia, porque estamos unidos por un cordón umbilical. Puede que existan problemas de liquidez, pero jamás se dejará de pagar. El comercio entre los dos países es indisoluble, es más importante que el mismo comercio que puedan tener con los Estados Unidos. La frontera es muy grande y estos pueblos fronterizos viven de ello. Por tal razón jamás se ha pensado en no cumplirlos, por el contrario, debemos es fortalecer los vínculos y hacer crecer este comercio binacional.

Hector Agüero

L.V.P. ¿Cómo se explica que sea un ex militar y no un ex guerrillero como usted, quien lidere la revolución en Venezuela?

H.A. Los ejércitos de nuestros pueblos están conformados por la mayoría de hijos del pueblo. Nosotros en los años sesenta trabajamos contra todas las injusticias que se cometían, y se logró ahora con Hugo Chávez que ese proceso se diera. Por ello apoyamos al presidente Chávez y él cumple a cabalidad su papel.

L.V.P. ¿Ese proceso revolucionario de los años sesenta en Venezuela a qué se debía y qué diferencia tiene con el actual?

H.A. En primer lugar después de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez llega una democracia entre comillas, luego los jóvenes que teníamos muchas inquietudes, comenzamos a ser reprimidos, comenzaron a ser reprimidos los partidos de izquierda y no nos dejaron otros caminos sino el de irnos a la montaña. A partir de allí comenzamos la lucha armada tanto en las ciudades como en el campo. De allí se comenzó con la ilegalización del partido comunista al que pertenecía y la represión fue total. Se masacró a mucha gente y de allí salieron dos movimientos insurreccionales que tuvieron reconocimiento internacional. Ahí se comienza la lucha hasta llegar al año 1.992 que se produce un movimiento que es el movimiento líder con el presidente Chávez que venía haciendo un trabajo con el MVR y con grupo de civiles durante diez o quince años, conformando una fuerza dentro del ejército. Una de las características de este movimiento fue que tuvo participación civil convirtiéndolo en un movimiento cívico militar.

L.V.P. ¿Ese proceso de los sesenta culmina con el actual?

H.A. Exactamente porque nosotros lo vemos como parte del comienzo de lo que hoy estamos viviendo.

L.V.P. ¿Ese moviendo es comparable con lo que se vive en Colombia con las Farc y el ELN además de otros en su momento?

H.A. Estos movimientos nacen por las injusticias que se cometen contra los pueblos. Este movimiento Bolivariano nos recuerda lo que fueron nuestros ejércitos bolivarianos que fueron hasta el alto Perú con los llaneros. Nuestras tropas salieron no con el ánimo de conquistar sino de liberar y hoy el presidente Chávez, tiene la misma política bolivariana y cuenta con el ánimo de liderar con solidaridad para que esto se lleve a cabo en América Latina.

L.V.P. Esa palabra revolucionario produce efectos diferentes en la comunidad, casi ni se debe pronunciar porque produce señalamientos. ¿Qué opinión le merece?

H.A. Ellos han cambiado el significado y antes le llamaban anti comunismo para combatir los ideales del pueblo injustamente tratado. Todo el que se oponía era comunista. Usan esto como un arma. Hoy en Colombia para desacreditar el proceso y acabarlo lo denominan terrorismo. Todo revolucionario lo presentan como terrorista. Pero no se puede descalificar a los revolucionarios y vemos como la revolución Cubana por ejemplo triunfó con el Che. Esa palabra comenzó con lo sucedido con las torres en New York con el 9-11. Ahora todo revolucionario para ellos son terroristas. Es el arma de descalificación de los procesos. Acá en Venezuela eso no está sucediendo porque el pueblo tiene mucha participación. El grado de ella es altísimo. El gran laboratorio de participación es la de este pueblo venezolano. Tenemos una participación, una constitución y propusimos a nivel internacional la Carta Social, por la deuda social que se tiene a los pueblos latinoamericanos. Esa revolución pasó las fronteras.

L.V.P. Pero a Venezuela la están mirando como muy peligrosa y problemática. Hablan de que ella está exportando la revolución a todos los países de América Central y del Sur.

H.A. Con la visita que nos han hecho algunos sectores internacionales se han quedado asombrados de ver este proceso y quieren tomarlo de ejemplo. Nuestros enemigos no son siquiera la oposición venezolana, es la CIA, es el imperialismo que nos tratan de hacer ver que esto no funciona y lo llevan a otros países. Ahora se comienza a hablar de China, de la Unión Soviética, de Cuba y ellos, los imperialistas saben como hacerlo. Acordémonos que ellos siempre incluso en las películas hacen ver como pierden los comunistas. Esto es todo un montaje para desacreditar. Hoy esto es nuevamente una realidad. Quieren hacer ver que lo único que funciona es lo que ellos hacen. Todo proceso revolucionario está preparado para enfrentar todo esto, incluso lo militar. El pueblo sale a la calle dispuesto a la pelea. Nuestro ejército es uno compuesto como la mayoría: de campesinos, obreros y clase media.

L.V.P. ¿Venezuela está preparada para que esto se convierta en una confrontación internacional, por un lado los Estados Unidos y, por el otro, China y demás países?

H.O Todo proceso revolucionario debe estar preparado para enfrentar eso. Lo demostramos en el 2001, cuando todo el pueblo salió a las calles, salió un pueblo dispuesto a pelear.

L.V.P. Que otra cosa quiere agregar.

H.O. Deseo todo lo mejor para Colombia, que el espíritu de Marulanda y de todas esas fuerzas que lucharon con el pensamiento de Gaitán, se haga realidad.

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